Las claves del momento de la situación mundial y el programa de los revolucionarios
Presentamos a continuación las resoluciones del Comité Ejecutivo Internacional realizado la primera semana de marzo del corriente año. Uno de los principales debates estuvo centrado en el momento de la situación mundial, de cómo moldea y se refracta en cada país y, a propósito del programa de los revolucionarios.
CAPÍTULO I
2011: Se profundiza la bancarrota del sistema capitalista mundial. En respuesta a los ataques de los capitalistas y sus gobiernos, un ascenso revolucionario de masas conmovió al mundo.
2012: Apoyados en las direcciones traidoras del proletariado, el imperialismo y sus gobiernos inician una contraofensiva. Ellos han concentrado su ataque en la Siria martirizada, en Grecia, en China y conquistando nuevos saltos en la restauración capitalista en Cuba.
O la clase obrera da una salida con el triunfo de la revolución socialista o el capitalismo, para sobrevivirse, le arrojará, como ya lo está haciendo, toda sus crisis a las masas
|
|
2011- Ante los golpes de la crisis capitalista: un ascenso revolucionario de masas que conmovió al mundo
1- En 2011 vivimos un fenomenal ascenso de masas que amenazó con sincronizar la revolución proletaria del mundo colonial y semicolonial llevándola al corazón de las potencias imperialistas.
La cadena de revoluciones obreras y socialistas abiertas en el Norte de África y Medio Oriente le demostraron al proletariado mundial cómo enfrenar la crisis e hicieron estallar por los aires, en focos revolucionarios del planeta, los diques de contención de las direcciones reformistas que controlaban a la clase obrera mundial.
Este fue un año que conmovió al mundo. El ascenso empujaba no sólo al combate a la clase obrera europea, que venía dando duras luchas contra la bancarrota del Maastricht imperialista, sino también a la clase obrera norteamericana que volvía a tomar los puertos de Oakland y sus elementos más avanzados cercaban Wall Street.
Mientras, en América Latina, África del sur y en la China esclavizada las masas amenazaban con ofensivas revolucionarias. Así lo vimos en la huelga general boliviana, en el combate de los trabajadores y la juventud chilena, en la huelga general de Nigeria o Sudáfrica y en la cadena de revueltas de masas en China. Este proceso amenazaba con la apertura de una situación pre revolucionaria mundial y de un ascenso revolucionario de masas como fuera el del período de 1968-1974, a nivel mundial.
2- El joven tunecino, profesional desocupado, que en diciembre de 2010 se inmolaba porque la policía le expropiaba su carro, con el que vendía verduras en una plaza, concentraba en su tragedia las condiciones de un capitalismo en bancarrota y los padecimientos inauditos de los explotados del mundo. Al aumento insoportable del precio del alimento en todo el Norte de África, al saqueo desenfrenado del imperialismo en la región, a las autocracias asesinas asentadas en sus bayonetas le respondió el poder de los explotados con una cadena de insurrecciones, que primero se cobró la cabeza de Ben Alí en Túnez, luego de Mubarak en Egipto y se expandió hasta el Medio Oriente en llamas. Se trató de una poderosa revolución por el pan, contra el imperialismo y las autocracias, con distintos episodios desde Túnez a Siria, desde Egipto a Libia, desde Bahréin a Yemen.
Derrocando gobiernos y regímenes, desarmando a la policía y rompiendo al ejército burgués, conquistando el armamento de masas, poniendo en pie sus organizaciones de lucha y de poder, ocupando las plazas y transformándolas en parlamentos de los explotados y atacando la propiedad privada, la revolución obrera y socialista en el norte de África y Medio Oriente rompió todos los diques de contención de las direcciones reformistas del proletariado mundial.
En Libia, la revolución mundial encontraba a su vanguardia: las milicias obreras y populares que, con el método de la insurrección de masas aplastaron al régimen, dejando miles de mártires en el camino, y ajusticiaron al chacal Khadafy. En Siria comenzaban ya abiertos choques entre revolución y contrarrevolución. Así lo demostró la invasión de las burguesías árabes y el imperialismo para aplastar a las masas insurrectas de Bahréin.
Estas acciones contrarrevolucionarias preanunciaban que las clases dominantes para nada iban a entregar bondadosamente su poder.
La política de colaboración de clases y los desvíos parlamentarios fueron y son para adormecer a las masas y preparar las mejores condiciones para aplastarlas con putch y golpes contrarrevolucionarios como vimos no sólo en Bahréin, sino también en Yemen, en Egipto con la Junta Militar y ahora con la masacre de Siria. El imperialismo no podía permitir ni dejar que las masas terminen de barrer con todos sus dispositivos contrarrevolucionarios en la región.
Esta ofensiva de masas puso en su dinámica a la orden del día y en perspectiva una lucha generalizada de los explotados de toda la región para terminar con el estado de Israel como así también para volver a sublevar a las masas de Irak y Afganistán contra el imperialismo. Para nada las transnacionales iban a dejar en manos de las masas insurreccionadas las rutas del petróleo y de sus fabulosos negociados en la región. Hasta allí, tan lejos, llegó la ofensiva revolucionaria de los explotados, a pesar y en contra de todas las direcciones contrarrevolucionarias del planeta, agentes del capital.
3- En el 2011 la cadena de revoluciones del Norte de África y Medio Oriente amenazaba con llegar a la Europa imperialista. Asimismo vimos a las masas explotadas de China protagonizar miles de revueltas en todo el interior del país contra las transnacionales, contra la expropiación de las tierras a los campesinos y contra los gobernantes corruptos y asesinos del PC y la patronal esclavista, que caratulaban a estas revueltas como “salvajes”. El combate defensivo de las masas chinas comenzaba a tener fuertes elementos de ofensiva de la clase obrera, que tendía a unirse con millones de campesinos hambrientos, lo que configuraba una situación explosiva para todos los explotadores del mundo.
Obreros de la Hyundai, Mitsubishi, Foxxconn, como antes en Tonghua y Lingzou, y como parte de miles de luchas obreras por fábrica y por región, se negaban a seguir soportando los salarios de maquila y las condiciones de esclavitud y cautiverio obrero que le imponen las transnacionales.
La clase obrera china venía ya de ejercitar sus músculos en la lucha, cuando en 2007-08 cayera la bolsa de Shangai y cerraran centenares de miles de fábricas de patrones coreanos y chinos, empresas del estado y de las transnacionales que, por la valorización de la fuerza de trabajo en China, mandaban parte de sus sucursales a Indonesia, Tailandia, Vietnam, Egipto y otras zonas del planeta buscando nuevas fuentes de mano de obra esclava aún más barata que la china. Ante esta situación, el método de lucha que impuso la clase obrera china durante todo el 2008-2009 fue: “Si se cierran las fábricas, se queman las Municipalidades y Ayuntamientos y el gobierno debe pagar los salarios. ¿No hay salarios? Pues como en Tonghua y Lingzou ruedan las cabezas de los patrones de las fábricas”.
Uno de los proletariados más numerosos del planeta tensaba sus músculos y amenazaba con irrumpir con una ofensiva revolucionaria haciendo volar por los aires ese paraíso de las transnacionales que es China para explotar mano de obra esclava. El Partido de los mandarines chinos de Hu Jintao y demás lacayos de las transnacionales, comenzaba a dividirse alrededor de cómo mejor controlar esta tendencia al ascenso del movimiento obrero en China. Pero lo que en sí todos estuvieron de acuerdo fue en alistar a su casta de oficiales del ejército asesino chino para volver a masacrar, como lo hicieron ayer en Tiananmen, para intentar contener el ascenso de masas que se estaba desarrollando.
4- En Latinoamérica, la tendencia era a romper el cerco y control de los gobiernos bolivarianos expropiadores de la revolución obrera y campesina de los primeros años del siglo XXI. La clase obrera y los campesinos pobres en Bolivia sobrepasaban a la burocracia de la COB, y enfrentaban en las calles a Evo Morales y su “tarifazo” -al servicio de las transnacionales- al grito de “¡Evo y Goni, la misma porquería! ¡Fuera las Transnacionales!”. Este combate fue contenido por la burocracia colaboracionista de la COB, de la cual el POR no es más que un ala, que sostuvo a los “ministros obreros” en el gobierno represor y asesino de Evo Morales. El 28 y 29 de septiembre, mientras Evo Morales masacraba a los campesinos del TIPNIS, las masas respondían con una huelga general. Las direcciones de la COB y el POR conspiraron para que esta tendencia al ascenso revolucionario de las masas bolivianas no terminara por barrer con el gobierno de Evo Morales, que a cada paso demuestra que es tan represor y hambreador como los gobiernos de la Rosca. Y esto es así, porque es el gobierno del pacto de las transnacionales, la oligarquía cruceña y Evo Morales, bendecido por la OEA y sostenido por las burguesías nativas del continente. Las direcciones de las masas, con la zanahoria de la “nacionalización de la minería” que nunca llega, colaboraron para separar al movimiento minero del resto de los obreros y campesinos que se sublevaban en Bolivia.
En Chile, una lucha antiimperialista de la juventud estudiantil y la clase obrera se generalizaba marcando que para conquistar el salario y la educación gratuita para los hijos de la clase obrera había que expropiar el cobre, derrocar al gobierno de Piñera y demoler al régimen cívico-militar pinochetista. Una situación pre-revolucionaria se abría en ese país.
Se sublevaba el Perú profundo con revueltas y levantamientos obreros y campesinos contra el saqueo imperialista.
Estos combates en la zona andina de América Latina, amenazaban, como lo hicieron, con volver a sublevar a la clase obrera latinoamericana que había jugado un rol de vanguardia en el primer lustro del siglo XXI.
5- Como un verdadero shock eléctrico, los combates del Magreb y Medio Oriente empujaron a las masas de Europa a una nueva y superior oleada de combate, marcando que la única salida posible era la lucha política de masas contra los gobiernos y el capital financiero.
Ya para las dos últimas huelgas generales de agosto-octubre en Grecia, las direcciones estalinistas y burocráticas de los sindicatos no podían impedir que la clase obrera rompiera el estrecho marco de luchas económicas impotentes, al que la burocracia las intentaba llevar a cada paso. Es que el gobierno del capital financiero atacaba a mansalva bajo las órdenes del látigo del Bundesbank y el FMI a la clase obrera, a los campesinos pobres y a todos los explotados de Grecia. ¡Abajo Papandreu! ¡Disolución del Parlamento fantoche! ¡Hay que hacer como en Argentina en 2001 para “Que se vayan todos y no quede ni uno solo”!, comenzaba a ser el grito de guerra de la clase obrera griega, abriendo la perspectiva de que los procesos revolucionarios del mundo colonial y semicolonial lleguen a las metrópolis. En este caso a Grecia, como uno de los eslabones más débiles del domino imperialista.
Con los aparatos reformistas y las burocracias obreras revolcadas ante la revolución, las masas en su combate comenzaron a identificar con absoluta claridad a sus enemigos. Irrumpían los Indignados del Estado Español, con la juventud obrera, los trabajadores desocupados, los estudiantes combativos y las clases medias arruinadas tomando las plazas de España, como lo enseñaron los explotados de Egipto. Su grito era “¡República de los Indignados!”, volviendo a reflotar la moción de la clase obrera española en los ´30, acallada por el reformismo: ¡Fuera el Rey! ¡Viva la República!
En Inglaterra, la juventud explotada paralizó durante dos días las principales ciudades, con una revuelta que arrasó con todo a su paso, incendiando la Tottenham de las transnacionales.
En EE.UU. los trabajadores de Wisconsin enfrentaban el ajuste de Obama con banderas y carteles marcando “¡Luchemos como en Egipto!”. Los portuarios de Oakland nuevamente paralizaban el puerto y surgían los Indignados de Wall Street que cercaban al capital financiero yanqui, marcándole a la clase obrera mundial que esos son sus principales enemigos.
La revolución en el Magreb amenazaba con cruzar el Mar Mediterráneo y penetrar en la Europa imperialista de Maastricht dando un golpe cualitativo al capital financiero. El proletariado y la juventud griega parecían tomar como vanguardia esta tarea, encabezando una oleada de lucha política de masas superior a la que el proletariado europeo ya había protagonizado. El capital financiero no podía permitirlo. El reformismo salió en su socorro.
Una nueva generación del proletariado decantó nuevos procesos de radicalización de masas
6- De esta manera, los explotados a nivel mundial comenzaban a ponerse en posición de contraofensiva para derrotar el ataque de los capitalistas.
La moción de la clase obrera y los oprimidos del Norte de África, a todo el proletariado mundial, fue que para derrotar el ataque de los capitalistas había que pelear por todo, con los métodos de la revolución proletaria, embistiendo contra la ciudadela del poder de los explotadores y echando abajo los gobiernos y regímenes hambreadores y asesinos de las masas.
A cada paso, el proletariado tendía a coordinar su combate a nivel internacional y amenazaba con protagonizar un verdadero ascenso revolucionario, sincronizando la lucha de las masas del mundo colonial y semicolonial, con los combates del proletariado de los países imperialistas. Se abría la posibilidad concreta de la apertura de una situación prerrevolucionaria mundial.
7- Una nueva generación del proletariado decantaba un verdadero proceso de radicalización en el corazón de las masas explotadas. Ellos fueron quienes encabezaron las movilizaciones, las insurrecciones y las milicias obreras y populares que no distinguieron fronteras de una única revolución en el Norte de África y Medio Oriente. Fueron quienes cercaron Wall Street, coparon las plazas del Estado Español, ajusticiaron patrones en China y rompieron con los gobiernos bolivarianos. Fueron los que, como en Japón, sentaron jalones de internacionalismo con la vanguardia obrera y juvenil antiimperialista que, enfrentando la catástrofe nuclear impuesta a las masas por las trasnacionales niponas, se movilizaban en defensa de los estudiantes chilenos reprimidos y cercaban la embajada de ese país, en el Japón imperialista.
El proletariado mundial ha llegado muy lejos en su combate y su espontaneidad. Inclusive con un importante grado de conciencia, partiendo de las anteriores luchas, marcando jalones de socialismo e internacionalismo proletario. La cadena de revoluciones en el Magreb volvió loca a la burguesía, los explotados se indignaron y llegaron a cercar Wall Street. Europa fue sacudida desde sus cimientos. A pesar y en contra de un enorme batallón de direcciones traidoras, que fueron rebasadas por las masas, la clase obrera conmovió al mundo como hace décadas no se conmovía. Eso fue el 2011.
Las primeras respuestas ante el brutal ataque que lanzó el capital imperialista en bancarrota, ya las había dado la clase obrera en 2007-08. Estos combates de mases fueron rápidamente cercados como Guadalupe, Madagascar, Kirguistán, la palestina martirizada y masacrada por el estado sionista bajo el mando de Obama y su “Operación Plomo Fundido” o Grecia, donde las masas en las calles amenazaban con derrocar al gobierno de Karamanlis. Pero esta vez, el cerco que intentaron poner a los procesos revolucionarios fue rebasado y las masas tendieron a generalizar sus combates puesto que de forma certera distinguieron quiénes eran sus enemigos: los superbancos y sus gobiernos y regímenes que venían atacando violentamente a las masas para que éstas paguen su crisis.
8- El reformismo había sido reagrupado y concentrado por el gran capital para sostenerlo y defenderlo del odio de las masas en el medio de su bancarrota. Con la ofensiva del 2011, el cerco del reformismo fue perforado aquí y allá por las masas que amenazaban, con sus embates, a la ciudadela misma del poder de los explotadores, a sus regímenes, gobiernos y estados. Por ello, para controlar este proceso, no bastó ya con las traiciones y las puñaladas por la espalda del reformismo, sino que la burguesía y el imperialismo se vieron obligadas a tener que poner en las calles también a su agente fascista y contrarrevolucionario, tal cual lo vimos en Bahréin y en las masacres de Siria y China hoy, con las que ha iniciado una brutal contraofensiva contra las masas. Grecia poblada de bandas fascistas anticipa que la resolución de quién paga la crisis mundial, si la clase obrera y los explotados o el capital imperialista, se definirá históricamente con guerras y en choques decisivos entre fascismo y comunismo.
2012: apoyado en las direcciones traidoras del proletariado, el imperialismo inicia una contraofensiva para contener la ofensiva de masas del 2011
La contrarrevolución ha concentrado sus fuerzas golpeando duramente en Siria, ha largado un brutal ataque en Grecia y China, y está dando saltos cualitativos en la restauración capitalista en Cuba.
9- Como podemos ver hoy, a principios de marzo de 2012 ha comenzado una contraofensiva imperialista que centra todas sus fuerzas en Siria. Las tropas de Al Assad, a cuenta de la OTAN, las potencias imperialistas y con el apoyo de la burguesía de Irán y de Líbano, entraron a Homs y a todas las ciudades insurreccionadas de Siria, provocando una verdadera masacre con sus mercenarios e imponiendo, en las zonas obreras, la política fascista de tierra arrasada. La burguesía, el imperialismo y sus agentes, las direcciones traidoras, concentraron allí todas sus fuerzas para que el chacal Al Assad haga el “trabajo sucio” de todos de aplastar la insurrección de masas.
Había que impedir que Siria se transformara en una nueva Libia, con las masas armadas derrocando a Al Assad y tomando justicia por mano propia en su lucha por el pan. Eso hubiera significado un nuevo salto de la revolución demoliendo al estado y al gobierno que le garantiza al imperialismo las “fronteras de paz” al estado sionista fascista de Israel. Aquello hubiera significado también que las masas palestinas, las más respetadas de la región, se erigieran como el caudillo de una única revolución aplastando al estado fascista de Israel y con ello, derrotando las trampas de desvíos, contención y golpes en Túnez y Egipto. Así también, las masas armadas de Libia hubieran derrotado al CNT pro-imperialista.
Es por estos motivos que el estalinismo y el FSM sostuvieron el pacto de Hamas y Al Fatah en Palestina, quienes tuvieron la desvergüenza de luchar por la existencia de dos estados en la Palestina ocupada, según las fronteras previas al ´67 que impulsa el asesino Obama. Esto equivale a sostener al estado sionista fascista de Israel para que siga ocupando a la nación palestina y manteniendo a las masas esclavizadas de ese país en guetos y campos de concentración, como lo son Gaza y Cisjordania.
10- A principios de marzo de 2012, el imperialismo centralizó todas sus fuerzas y agentes para aplicar una feroz acción contrarrevolucionaria de exterminio contra las heroicas masas sirias insurrectas.
A las tropas de ocupación de Al Assad las comandó Obama y el imperialismo, que movió a Putin de Rusia y Hu Jintao de China para que las arme; a la burguesía Iraní de los Ayatollahs y Hezbollah del Líbano, para actuar como Quinta Columna apoyada por los bolivarianos; y a los reformistas para cercar y calumniar a las masas sirias, con el objetivo de que el proletariado mundial no las defienda. Así pudo entrar en Homs y aplastar a la resistencia, fusilando y degollando a los nuevos mártires de la clase obrera mundial.
Se trata de una respuesta contrarrevolucionaria imperialista al mismo nivel de la ofensiva de masas que se había desarrollado en 2011. El golpe busca estabilizar a Siria como un enclave contrarrevolucionario estabilizador de la región y que se asienten las trampas, desvíos y expropiaciones de la revolución en todo el norte de África y Medio Oriente. Este golpe contrarrevolucionario de Al Assad y los generales lacayos del imperialismo intenta ser una acción contrarrevolucionaria ejemplificadora para todas las masas del mundo que quieran seguir su camino.
11- Afirmamos que esta contraofensiva imperialista es, en última instancia, producto del accionar de las direcciones traidoras del proletariado mundial que cercaron la revolución del Norte de África y Medio Oriente, dejando aislado el doble poder armado de las masas libias y desincronizando estos procesos de la lucha de los explotados en Europa y las potencias imperialistas. Esto es lo que le dejó las manos libres al imperialismo para centralizar sus fuerzas en un punto del avance revolucionario y masacrar a los explotados. Las aristocracias y burocracias obreras y sus partidos de Europa, primero habían descentralizado y descoordinado la lucha del proletariado europeo llevándolo a mesas de negociaciones impotentes con los gobiernos y regímenes imperialistas, ya decididos a sacarles hasta la última gota de sangre a los explotados para que estos paguen su crisis.
Así, impulsaron una campaña internacional venenosa, lanzada por todas las burguesías nativas lacayas del imperialismo, sostenidas por estalinistas y renegados del trotskismo. Esta campaña impulsada por todos los miembros del FSM se expandió en todo el mundo. Esta campaña afirmaba que las masas de Libia “eran tropas terrestres de la OTAN”. Así, se dejaba librado a su suerte al doble poder armado de las masas de Libia para que el CNT y los generales khadafistas intentaran desarmarlo. Pero sobre todo, esta campaña fue para dejar aisladas a las masas revolucionarias de Siria que amenazaban con seguir ese mismo camino.
12- En esta situación y en esos momentos, las masas explotadas de Egipto intentaban volver a la Plaza Tahrir para enfrentar abiertamente a la Junta Militar y a sus lacayos que le habían expropiado su heroica y magnifica revolución. Fueron a intentar un choque decisivo con la casta de oficiales del ejército asesino de Mubarak. Pero el cerco a los procesos revolucionarios ya había comenzado. Libia quedaba aislada, y su vanguardia denigrada ante la clase obrera mundial. La masacre en Siria se había largado. En Grecia la burocracia estalinista había retomado el control de la acción de las masas.
Esta nueva marea de lucha de la clase obrera de Egipto encontró a una Junta Militar fortalecida por el aislamiento de las masas y de sus procesos revolucionarios, y por el retroceso de ellos, cuestión que permitió una nueva masacre contrarrevolucionaria sobre lo mejor de la vanguardia que intentaba reeditar el levantamiento revolucionario de febrero de 2011, retomando la Plaza Tahrir.
Toda la izquierda mundial le había dicho a los explotados de Egipto que lo suyo había sido una “revolución democrática” y una “primavera de los pueblos”. A las masas le dijeron que sus problemas se resolvían en Asambleas Constituyentes, con Parlamentos fantoches y fraudes electorales; y no con las armas en la mano para conquistar el pan e impedir la respuesta contrarrevolucionaria de la burguesía. Ahí están los resultados: un infierno para los pueblos y un invierno gris y temerario para las heroicas masas de Siria.
Sería bueno que todos esos charlatanes estuvieran en Homs con su “primavera” y en la “revolución democrática” de la Plaza Tahrir recibiendo los balazos del ejército y los cachiporrazos en la cabeza de los pogroms fascistas. Lamentable para las masas. Las traiciones y las puñaladas por la espalda de estas direcciones las pagan ellas. Sino, fijémonos cómo en esta segunda ofensiva revolucionaria en Egipto, que buscaba de forma “bonachona” recuperar la revolución que los generales les expropiaron, las masas dejaron más muertos en las calles que en la ofensiva anterior contra Mubarak.
13- Esta es la verdad. Luego de clamar vivas a las “primaveras árabes” y a las “primaveras de los pueblos” todo el reformismo terminó, de una u otra manera, a los faldones de las potencias imperialistas para dejar aisladas a las masas masacradas de Siria y guardó el silencio más escandaloso que haya podido provocar cualquier Caín del movimiento obrero mundial ante la masacre de nuestros hermanos de clase. Mientras tanto, juntos venían de apoyar, como ya vimos, los fraudes de las elecciones organizadas por la Clinton y sus lacayos, continuadores de Mubarak y Ben Alí, en Túnez y en Egipto. Negociaban en las trastiendas con el “CNT” tunecino para que las masas acepten uno de los fraudes electorales más escandalosos de las últimas décadas. Mientras tanto, algunos como los “Socialistas Revolucionarios” de Egipto salían presurosos de las reuniones secretas que tenían con la junta militar de Egipto para que ésta les legalice sus “partidos socialistas”. Pero esas negociaciones espurias se terminaron cuando las masas volvieron por la revolución a la plaza Tahrir y fueron masacradas por centenares, como antes lo había hecho Mubarak.
El accionar de las direcciones traidoras al interior del movimiento obrero, es lo que permitió al imperialismo imponer esta verdadera “Korniloveada” en Siria, contra la revolución en el Norte de África y Medio Oriente, como primer paso de la contraofensiva imperialista para estabilizar la situación a nivel mundial.
14- En el 2011 sobraban condiciones para coordinar y centralizar el combate de los explotados en el mundo semicolonial con el levantamiento de la clase obrera de las potencias imperialistas. En evitar esta perspectiva se concentró el pérfido accionar de las direcciones traidoras.
Como dijimos antes, las condiciones para una lucha generalizada del proletariado mundial estaban ya puestas en el tapete de la situación mundial. Es más, cuando las direcciones dejaban aislado cada proceso revolucionario del Norte de África, éste tendió a extenderse hacia el centro y el sur del continente. La huelga revolucionaria de Nigeria ponía de pie al proletariado en uno de los países claves exportadores de petróleo del África martirizada, como lo era y lo sigue siendo Libia. Pero las masas libias ya estaban cercadas cuando millones se levantaban en Nigeria al grito de: “¡Vete Jonathan o morirás como Khadafy!”
Una ola de luchas obreras sacudió Zimbabwe, inclusive a Sudáfrica. Los regímenes políticos de Malí, el Chad y Sudán, comenzaban a entrar en crisis expresando las tendencias de las masas a entrar al combate y la ofensiva que largó el imperialismo para controlar y sostener a esos debilitados estados ante las perspectivas de nuevas luchas revolucionarias como Nigeria.
El FSM concentró todas sus fuerzas en el “súper Foro Social Mundial” que se realizó en Zambia. En todos los países de la región se organizaron “foros sociales” previos para controlar y disciplinar a todas las burocracias y partidos reformistas, estalinistas y deshechos de los renegados del trotskismo.
Así, aislando cada proceso revolucionario, inclusive se impidió que la revolución del Norte de África se extienda como una marea hacia el centro y el sur del continente.
Las direcciones reformistas del FSM comprendieron muy bien que lo que venía luego, no era tan sólo una nueva “primavera democrática” o “revoluciones de terciopelo”. Se dieron cuenta rápidamente que no sólo estaba puesto a la orden del día la intervención ofensiva del proletariado europeo, o un resurgir de la revolución en Medio Oriente, sino también que el combate de la clase obrera nor-africana comenzó a poner en la escena mundial al aguerrido y martirizado movimiento obrero de color en el corazón de África. El levantamiento de Nigeria -como ayer el de Madagascar-, las revueltas por el pan en Mozambique, las luchas obreras en Zimbabwe y las huelgas generales como en Sudáfrica, amenazaban con la irrupción de las masas obreras de color del continente africano.
La clase obrera de color jugó, y está destinada a jugar, un rol de vanguardia en el proletariado mundial. En el ascenso revolucionario del ’68-’74 la clase obrera de color en EE.UU. fue un factor clave para la derrota yanqui en Vietnam.
Es que en EE.UU., el movimiento obrero de color fue la vanguardia de la lucha antiimperialista y contra la guerra que sublevó a la clase obrera y a la juventud norteamericana que se negaban a ir a morir a Vietnam en defensa de los intereses de los capangas imperialistas yanquis. Con sus ofensivas revolucionarias en todas las colonias portuguesas, como en Angola, Guinea Bissau y Mozambique, los obreros de color fueron la chispa que encendió la revolución portuguesa al hacer volver derrotado a Portugal a ese ejército imperialista.
El levantamiento revolucionario de los obreros africanos fue estrangulado en los ’80 por la traición del estalinismo que entregó el combate contra el Apartheid y la Anglo American a un “pacto de reconciliación” que impulsó la reaccionaria burguesía negra, sostenida por el estalinismo, para salvarle la vida y las propiedades a los gobiernos contrarrevolucionarios blancos del Apartheid.
La política de colaboración y reconciliación de clases, como así también las feroces dictaduras de los Khadafy, los Ben Alí, etc., habían comenzado a derrumbarse esta vez en el Norte de África en 2011. Y cerrar esas brechas, desincronizando los procesos revolucionarios y aplastando en Siria, fueron y son parte de un eslabón de la contraofensiva imperialista para que no estallen revoluciones en todo el continente africano.
La amenaza de Mugabe de Zimbabwe de masacrar a todo aquel que se le ocurra hacer “una nueva Libia” en ese país, y los golpes y acciones militares en Mali y Guinea Bissau, adelantan, en última instancia, que se blindarán aún más todos los gobiernos y regímenes bonapartistas y contrarrevolucionarios de ese continente, todos agentes de la Anglo American y de las potencias imperialistas que saquean todas las riquezas de África, desde el cacao a los diamantes, del litio al oro, y del petróleo al níquel, entre otros.
En ese continente EE.UU. tiene instalado el AfriCom, el comando militar yanqui para África. Todas las potencias imperialistas han redoblado y fortificado, como Francia, Inglaterra y EE.UU., todas sus bases militares en dicho continente. No fue ni será pacífica la lucha contra el saqueo imperialista y por la revolución socialista en el continente africano.
La clase obrera de color también tiene sus bases para la lucha y su combate a nivel internacional. Los obreros de color son el corazón de la clase obrera norteamericana, juegan un rol central en el proletariado europeo y de forma fundamental, en Inglaterra y Francia donde la juventud obrera, desde las Cités francesas hasta Tottenham, ha demostrado que el proletariado de color es, fue y será uno de los destacamentos más avanzados del proletariado mundial. Por ello tanto cerco, bases militares, represión, persecución y genocidios contra él.
Hu Jintao alistó a los generales asesinos de Tiananmen para aplastar las revueltas obreras y campesinas en China
5- En estas condiciones, los jefes del FSM, ante los que se arrodillan restos del estalinismo, socialdemócratas y renegados del trotskismo, encabezaron con sus generales y sus sables una contraofensiva de masacre en China. Nuevamente como en Tiananmen fue alistada la fracción militar de los mandarines chinos y sus oficiales corruptos y asesinos, que salieron a masacrar abiertamente en más de una decena de provincias chinas los levantamientos campesinos y de obreros insurreccionados. Estas acciones fueron ovacionadas y aplaudidas por toda la prensa imperialista y silenciadas por los sectores autoproclamados “anticapitalistas” de la izquierda mundial. Había que silenciar que sus dirigentes como Hu Jintao, amigo y aliado de los Castro, Al Assad y de los más grandes laderos de Obama en el mundo, era el que había armado hasta los dientes, junto con el asesino Putin, a las tropas contrarrevolucionarias que a cuenta del imperialismo y la OTAN asaltaron Homs y Deraa en Siria.
Todas las corrientes filo-estalinistas de los renegados del trotskismo, que dejaran aisladas a las masas insurrectas de Siria para que las masacre Al Assad, son co-responsables junto al chacal de Siria, aliado incondicional de Hu Jintao, de la masacre de la clase obrera y los campesinos de China.
Había que contener rápidamente la ofensiva revolucionaria que se avecinaba en China. Las masas atacaban directamente a las transnacionales y a las superganancias que éstas obtienen de las miles de maquilas allí instaladas. La ofensiva de masas amenazaba con derrumbar el pacto de sometimiento de China al imperialismo. Es que con los miles de millones de dólares de las exportaciones de China se financian a los parásitos de Wall Street mientras centenares de millones de explotados chinos son llevados no sólo a la esclavitud de “fábricas cárceles”, sino también a las peores de las miserias e inclusive ya, al hambre crónico como sucede en la China profunda.
16- Por ahora, con masacres en distintas provincias de China, iguales o superiores a la de Siria, se ha logrado contener la ofensiva revolucionaria del proletariado de ese país. El resultado de ello es que Obama y el imperialismo angloyanqui ya están imponiendo sus nuevas condiciones para recolonizar China, con una nueva vuelta de tuerca de dominio imperialista.
En China se está desarrollando un proceso de desaceleración de la economía y de acumulación de burbujas que, como en 2007-2008, anuncian una brutal caída de la tasa de ganancia del capital financiero que no vuelve a ir al proceso productivo y necesita imperiosamente devorarse a las empresas nacionalizadas que dan ganancia, y cerrar las que dan pérdida. Y esto lo harán inclusive a costa de liquidar a la fracción de los “principitos” que comandan el “Partido Comunista” chino, que está asentada en los negocios de las empresas que aún se mantienen estatizadas en ese país. Así han caído “en desgracia” Bo Xilai y su mujer, que son los dirigentes de la fracción que comanda a los barones de la industria nacional china en el Comité Ejecutivo del partido comunista y que tenían altísima popularidad en las masas por su “lucha contra la corrupción”. Ahora terminaron presos y destituidos con la excusa de “haber asesinado a un empresario inglés”. Hoy esta fracción “nacionalista” de los mandarines chinos está devaluada.
Entonces, el imperialismo necesita quebrar las empresas estatales que dan pérdida y, con una nueva oleada privatizadora, quedarse con las que dan ganancia. Y necesita abrir más las barreras aduaneras de China para meter sus productos de tecnología y maquinaria, con el yuan sobrevaluado y el dólar devaluado.
Es que no sólo se trata de usar la mano de obra esclava china, sino también de quedarse con el mercado de consumo de millones de “nuevos ricos” que surgieron como subproducto del saqueo, el hambre y la miseria de centenares de millones de explotados de ese país. Para ello, EE.UU., mientras devalúa el dólar, le impone a China que valorice el yuan para favorecer sus exportaciones. Y ahora también Obama ha dado la orden de que China debe terminar con el límite de inversión en su capital bancario. China desde el año 2001 abrió sus bancos al capital financiero internacional, pero habia limitado a un 25 % las acciones que podía tener dicho capital en sus bancos. Hoy existen 42 bancos pertenecientes a las 42 provincias chinas. Todos éstos son bancos provinciales. El capital imperialista posee el 25 % de cada uno de ellos. Es decir, al ser la banca estatal china provincial, el 25% sumado del capital financiero internacional de cada uno de esos bancos, le permite a éste ser el mayor accionista de la banca china, tomando a ésta de conjunto. Pero esto ya no es suficiente.
Ahora el imperialismo exige mucho más: levantar toda restricción para quedarse con toda la banca china .Esto significa manejar el crédito y las tarjetas para el consumo de un mercado de 300-400 millones de consumidores, aunque éstos estén rodeados por más de 1.200 millones de hambrientos. Es que en esta crisis mundial las pandillas imperialistas se disputan a dentelladas los nichos del mercado mundial para obtener superganancias, como así también para amortiguar la crisis de sobreproducción que sacude a la economia mundial. Los endeudados bancos chinos le dejarán al estado sus deudas que rondan cerca de los 900.000 millones de dólares, mientras que el capital financiero se quedará con una banca sin deuda y con ese nuevo mercado para su beneficio.
Insistimos, la crisis imperialista impone, junto a la sed de ganancias insaciable del capital financiero, una nueva vuelta de la tuerca en la recolonización de China.
En resumen, liberar los bancos, sobrevaluar el yuan, liquidar o apropiarse de las empresas nacionales chinas para favorecer las exportaciones yanquis y volver a China compradora, luego de que las transnacionales saquearon su fuerza de trabajo esclavo durante décadas, es la garantía de que EE.UU. y las demás potencias imperialistas que acepten su disciplina en el Pacífico, son los que se quedarán con el mercado interno de los “nuevos ricos” de China.
Los nuevos golpes dados a las masas chinas siguen como alma al cuerpo a estas nuevas ofensivas recolonizadoras del imperialismo en ese país.
En Grecia las masas pugnaron a cada paso por abrir la revolución como en Egipto, Túnez y Libia pero su dirección lo impidió
Con las cachiporras de la burocracia estalinista de los sindicatos atacando a la base obrera, pusieron a las masas a la defensiva y se abrió el camino a un putch de los banqueros, bajo las órdenes de la Merkel y Obama
17- En Europa, esta contraofensiva se asentó en Grecia con las cachiporras del PC rompiendo las cabezas de los trabajadores helenos que rodeaban el parlamento al grito de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” (como fuera en la revolución argentina de 2001). De esta manera, impidieron que una acción insurreccional de masas derrocara al gobierno de Papandreu y abriera la revolución en Grecia.
Esto hubiera cambiado toda la situación del conjunto de Europa y a nivel internacional puesto que era el primer paso para que la revolución en el mundo colonial y semicolonial se sincronizara con el inicio mismo de la revolución socialista en el corazón de las potencias imperialistas.
Bajo las condiciones de semejante traición, el ataque imperialista lejos de menguar se profundizó, y está llevando a la clase obrera griega y europea, cada vez más, a padecer las condiciones de sus hermanos de clase de África, Medio Oriente o Latinoamérica.
18- En el 2008-09 las direcciones estalinistas y pseudo-trotskistas, junto a los anarquistas, desviaron la lucha revolucionaria por la derrota en las calles del “derechista” Karamanlis y la llevaron a la vía muerta de la trampa electoral. Ganó el “socialista” y “progresista” Papandreu que aplicó un plan de ataque superior al del mismo Karamanlis. Toda la izquierda mundial y europea llamó a someterse a la dirección del Partido Comunista que dirige los sindicatos griegos. El estalinismo, que venía de llamar “agentes de la CIA” a las masas revolucionarias que combatían por derrotar en las calles a Karamanlis, retomó la dirección de los sindicatos e impuso, sostenido por todo el reformismo europeo y mundial, que la lucha no era por derrotar a Papandreu (puesto que este tenía legalidad electoral, que por otra parte ellos mismos le habían dado) sino que la lucha era por “presionar y negociar” “mejores condiciones de vida” para los trabajadores. Esto fue colocar a los obreros griegos de mendigos de un capital financiero en bancarrota que sólo puede soñar con subsistir controlando a ese país arrebatándole todas las conquistas históricas a la clase obrera griega.
Los trabajadores griegos hicieron más de 15 paros generales, cada uno para intentar detener un ataque tras otro de los explotadores. Esta lucha resultó impotente porque su dirección llevó las enormes energías de combate de las masas a luchas de presión y no al derrocamiento en las calles del gobierno y el régimen de la banca griega y sus socios mayores de la Goldman Sachs, como primer paso para conseguir la más mínima de las demandas.
Papandreu, salvado ayer por el estalinismo, fue luego sustituido implacablemente y sin ninguna elección de por medio, con un golpe palaciego organizado por la Troika (Alemania, Francia, FMI-EE.UU) que tomó el mando del gobierno heleno con los gerentes directos de la Goldman Sachs, como es el actual gobierno de Papademos. Éste relanzó un nuevo y superior ataque contra la clase obrera dejando en estado de desesperación y relativa impotencia a las masas. Hoy en Grecia comienzan a surgir bandas fascistas y el capital le está tirando toda su crisis a las masas, sumidas en la peor de las catástrofes. La clase obrera resiste aguerridamente al ataque del capital, pero lo hace en las peores condiciones impuestas por las direcciones traidoras que la llevó al último lugar de la trinchera. El suicidio del jubilado que en su nota decía que “si alguien hubiera tomado un kalashnikov él hubiese sido el segundo” se concentra toda la tragedia de la lucha de las masas en Grecia.
19- Aunque en otras condiciones, la lucha continúa. En durísimas huelgas parciales como la de los metalúrgicos o de la salud se mantienen vivos los focos de la situación pre revolucionaria. Esto demuestra que, con la actual dirección, la clase obrera no puede pelear y mucho menos triunfar. Los explotados deben “cambiar el caballo en el medio del río” y bajo el fuego graneado del capital. Conquistar una dirección revolucionaria a la altura del ataque de los capitalistas es la primera y fundamental tarea de las masas de Grecia y todo el mundo.
La puesta en pie de milicias obreras para aplastar al fascismo debe ser el primer punto de la agenda de la lucha de la clase obrera griega. Es que luego de que al proletariado se lo obligara a retroceder con los garrotazos y la cachiporra del estalinismo y de la burocracia de los sindicatos, las bandas fascistas surgen como hongos después de la lluvia, producto de que el gran capital esta vez intenta aprovechar la desesperación de la clase media arruinada para tirársela contra la clase obrera, haciéndola responsable a ésta de su crisis. Si el proletariado no da una respuesta, luchando decididamente por tomar el poder y por expropiar a los expropiadores para resolver la ruina de las clases medias y de los sectores más hambreados y desesperados de la propia clase obrera, el fascismo o los putch bonapartistas aplastarán al proletariado.
Las bandas fascistas surgen cuando más y más la burocracia y el estalinismo, la “policía interna” del movimiento obrero, y sus garrotes le imponen un retroceso y reflujo a las masas. Este es un indicio para las clases medias arruinadas de que el proletariado no les da una alternativa para salir de su ruina. Y éstas cada vez serán más azuzadas por el gran capital contra el movimiento obrero, haciéndolo responsable a éste y a sus luchas de que Grecia no sale de la crisis.
De allí que imponerle al proletariado una política reformista de colaboración de clases, lo aleja a éste de poder resolver, expropiando al gran capital, la crisis y bancarrota de la pequeño-burguesía. Asimismo esta política no le permite a la clase obrera ponerse de pie en acciones abiertamente revolucionarias. Es que a las clases medias o se las gana la burguesía, que las arroja contra la clase obrera, o bien el proletariado gana a las capas más bajas de la pequeño-burguesía con sus combates en las calles, para dirigirla como su aliado a la toma del poder.
La situación en Grecia ya es crítica. La dirección traidora le ata las manos al proletariado para pelear abiertamente por derrocar al gobierno de los explotadores. Esta situación crea las condiciones para nuevos putch bonapartistas y golpes contrarrevolucionarios del fascismo. El péndulo a la izquierda de las clases medidas, que acompañó al proletariado a enfrentar el ataque de la burguesía y su gobierno, puede volverse peligrosamente a la derecha. En su desesperación, las clases medias arruinadas serán utilizadas como carne de cañón por el fascismo contra el proletariado.
Hoy han llevado a la clase obrera griega a retroceder en su combate. Pero para nada ésta se ha rendido ni en Grecia, ni tampoco en Homs, China ni ningún otro lugar del planeta. Los que hace rato se han rendido y se han entregado al capital, son las direcciones traidoras del movimiento obrero, asentadas en las aristocracias y las burocracias obreras, y sus partidos.
Hay que decir la verdad: las direcciones que la clase obrera tiene a su frente han llevado a las masas a pelear en las peores condiciones frente a la actual ofensiva del imperialismo. Es más, es por estas direcciones reformistas y contrarrevolucionarias, que el imperialismo ha podido largar, con sus gobiernos y regímenes, esta brutal contraofensiva en los focos y lugares claves del planeta.
La tarea más inmediata para preparar una ofensiva victoriosa de la clase obrera griega pasa por su armamento, por la derrota del estalinismo al interior de sus filas y por la puesta en pie de comités de fábrica junto a los desocupados e inmigrantes y los comités de campesinos pobres, para levantar su propio poder y atacar la propiedad, el estado y el régimen de los explotadores. Si la clase obrera no da una alternativa revolucionaria, la dará, con las clases medias desesperadas girando a la derecha, el gran capital con nuevos putch contrarrevolucionarios y con el fascismo. Así de grave es la situación en Grecia, que compromete a la lucha de toda la clase obrera europea y a nivel mundial.
El proletariado internacional debe saber que en Grecia se prepara una nueva masacre como en Homs y toda Siria, para estrangular en un punto decisivo a la clase obrera europea y dejarla inerme y sujeta al ataque de los capitalistas país por país.
No está dicho que esto vaya a suceder. Las masas siguen presentado batalla. La huelga general española, una verdadera respuesta política de masas al ataque de los explotadores, es un ejemplo de ello.
20- De la cadena de dominio del sistema capitalista mundial del planeta se desprendían los eslabones de su dominio en el Norte de África y Medio Oriente, mientras en los países centrales se le dislocaba Grecia y con ella amenazaba y amenaza con hacerlo, todo el sur de Europa. La sincronización de los combates de Siria y Libia con Grecia hubiera significado un salto cualitativo hacia delante de la revolución socialista mundial y una verdadera derrota para las direcciones contrarrevolucionarias y reformistas de las masas.
Hoy éstas respiran aliviadas junto a las clases poseedoras. Es que el inicio de una revolución de los obreros y explotados como la de Siria, Libia o Egipto, en Grecia, España, Portugal o Francia hubiera conmovido toda la situación mundial y hubiera significado un salto cualitativo hacia adelante de la revolución socialista internacional. A los partidos social-imperialistas y a las burocracias sindicales de todo pelaje se les hubiera acabado el verso de que la clase obrera sólo puede hacer “primaveras de los pueblos” y “revoluciones democráticas”, siempre sometida a las “burguesías democráticas y liberales de los pueblos atrasados y bárbaros”. Se hubiera acabado el verso de los lacayos del capital, porque hubiera quedado demostrado que los levantamientos revolucionarios de las masas del Norte de África y Medio Oriente no son más que eslabones de una misma revolución obrera y socialista contra el hambre y la esclavitud de la clase obrera de los países imperialistas.
El inicio de revoluciones en las potencias imperialistas son golpes estratégicos de la revolución socialista mundial contra las pandillas imperialistas que dominan el planeta. Se dan al interior de sus propias guaridas y en sus propias entrañas; allí pueden ser derrotadas definitiva e históricamente. ¿Cómo hubieran llamado los renegados del marxismo a un nuevo Mayo Francés, como el que sacudiera Europa en el ´68 con un mes de huelga general revolucionaria contra De Gaulle? ¿Cómo hubieran llamado los reformistas de hoy a una revolución en España o Grecia como fue la portuguesa en el ´74? Hay que recordar que allí la clase obrera derrotó a la casta de oficiales, puso en pie los comités de soldados, los consejos obreros y los comités de inquilinos, imponiendo un doble poder en Portugal, luego de que las tropas imperialistas fueran aplastadas con el levantamiento revolucionario de los pueblos oprimidos de Angola y Guinea Bissau. Que no se coordine el combate de Libia con la lucha en España o Francia permite ocultar que si esto hubiera sucedido hubiese significado un escenario “tipo Vietnam” para las potencias imperialistas que, como Inglaterra, Italia o Francia, saquean Libia y su petróleo. Es decir, la revolución libia ya se hubiera resuelto en las calles de París, Roma y Londres.
¡Basta ya! ¡Basta de mentir! El social-imperialismo y el reformismo son todos lacayos del gran capital. Su objetivo es, fue y será, que las revoluciones y las insurrecciones como en Egipto, Túnez y Libia no lleguen y triunfen jamás en París, Londres, Berlín, Madrid, Roma, y mucho menos en Washington y Nueva York.
21- Por su dirección la clase obrera europea no pudo atar su suerte al combate de sus hermanos de clase del Norte de África y Medio Oriente, cuando gran parte de ellos son el corazón de la propia clase obrera de Europa.
Asimismo, la clase obrera de Occidente en Europa no pudo centralizar su combate con los trabajadores del este europea, sometido por dobles y triples cadenas por las maquilas imperialistas y el saqueo de sus recursos naturales y del FMI.
Este saqueo se apoya en regímenes contrarrevolucionarios y bonapartistas, sostenidos todos por el imperialismo, cuestión que las direcciones traidoras que pregonan la “unidad europea de un Maastricht social”, intentan ocultar de forma vergonzosa. Llaman a hacer “primaveras de los pueblos”, “revoluciones democráticas” y demás estupideces por el estilo, pero callan y silencian que la mayoría de los habitantes de Europa está en el este del continente, de Berlín a las estepas rusas, con su clase obrera sometida no sólo a las mayores de las explotaciones sino también a regímenes totalmente bonapartistas y contrarrevolucionarios, cuya máxima expresión es el gobierno asesino del “zar” Putin.
Los partidos social-imperialistas y las direcciones traidoras que se llenan la boca hablando de la “unidad europea”, demuestran defender sólo los negocios comunes de las pandillas imperialistas a expensas de la inmensa mayoría de la clase obrera europea y de los pueblos que estas potencias oprimen en el mismo continente. Y este no es sólo el caso del Oriente, sino que también se da en el Occidente Europeo, por ejemplo con los pueblos oprimidos por la monarquía española, con el castigado pueblo vasco, y con el feroz ataque que hoy sufre la clase obrera irlandesa con su nación doblemente oprimida por Inglaterra.
22- Esta contraofensiva imperialista en Grecia se extendió a toda Europa y lo hizo por el pérfido accionar de las direcciones traidoras.
Por eso para sostener a esa “Europa social”, esa Europa unitaria de las trasnacionales y los banqueros imperialistas, había que romper la unidad en la lucha de todo el proletariado europeo.
Para las pandillas imperialistas sostener Maastricht es una conveniencia, que la disolverán y destrozarán cuando ya no le sirva para sus negocios. En ese momento la “unidad europea” será un “buen recuerdo”. Y cuando se trate de tirar potencias imperialistas en bancarrota por la ventana, las mismas direcciones social-imperialistas que hoy sostienen “la unidad de Maastricht”, llamarán a sostener a su propia burguesía imperialista, no les temblará el pulso para llevar a la clase obrera europea al choque entre sí, y sin lugar a dudas, alentarán toda aventura chovinista de su propia burguesía en la Europa imperialista, como ya lo han comenzado a hacer, intentando hacerle creer a los obreros griegos que sus enemigos son los obreros alemanes, y a éstos últimos, que los obreros griegos son responsables de sus penurias puesto que “Alemania debe sacar de la ruina a Grecia”. No nos olvidemos de la miserable política de los jefes de las Trade Union y la TUC de Inglaterra y su demanda de “trabajo inglés, para los ingleses”, cuestión que ha dejado al proletariado inglés como uno de los más debilitados de todo el continente.
Estas direcciones hicieron decenas de llamados a huelgas generales que nunca realizaron, salvo marchas de algún centenar de burócratas a Bruselas. Dividieron al movimiento obrero europeo y lo pusieron como mendigos de sus propias burguesías imperialistas. Dejaron librados a su suerte, como ya dijimos, a los obreros de Europa de Este. De Polonia a las estepas Rusas, de Lituania a los Balcanes, todas esas naciones transformadas en “republiquetas” por las transnacionales, están siendo sometidas por el FMI a una ofensiva de usura y préstamos leoninos, para someterlos y saquearlos, como lo hicieran en los ´80 y los ´90 con las deudas externas en América latina, África o Asia. Esta es la contraofensiva imperialista que se asienta en el accionar de las direcciones reformistas de la aristocracia y la burocracia obrera.
Esa lacra de la burocracia y la aristocracia obrera y sus partidos ahogaron el grito de los obreros rumanos de la Renault que mocionaban luchar juntos y ganar los mismos salarios que sus hermanos de clase de la Renault de Francia. Ese grito quedó ahogado y hoy los obreros de la Renault de Francia están peor que los obreros rumanos. Es que el capital financiero solo puede salir de su bancarrota si transforma Europa, de Portugal a la Siberia, en una gran maquiladora como China.
El reformismo, asentado en la aristocracia obrera, quiere mantener el “Estado benefactor”… que sólo los beneficiaba a ellos y no a la amplia mayoría de los trabajadores europeos.
En América Latina intentan ser contenidas las nuevas oleadas revolucionarias de las masas bolivianas y chilenas mientras, el castrismo, sostenido por las burguesías bolivarianas y los renegados del trotskismo, da un salto abierto a la restauración capitalista en Cuba
23- Luego de estrangular los procesos de ofensiva de masas en el continente americano de la primera década del siglo XXI, a partir de las traiciones del castrismo (que han sostenido a las burguesías bolivarianas y a Obama, con la ayuda de los renegados del trotskismo), el imperialismo ha conquistado las condiciones para largar una brutal ofensiva contra las masas con un salto en la restauración del capitalismo en Cuba. El objetivo imperialista es imponerle a las masas del continente un nuevo “89” con la caída del estado obrero cubano a manos de la burocracia restauracionista cubana, que ya está en abierto proceso de metamorfosis deviniendo, asociada al imperialismo, en una nueva clase poseedora en la isla.
Esta vez la restauración no es empujada de forma directa por los gusanos de Miami, sino por esa burocracia castrista devenida, cada vez más, en burguesía nativa. Es que esta protoburguesía, emergente de las entrañas de la burocracia estalinista-castrista, está asociada con múltiples negocios con las transnacionales del níquel y el turismo y con las burguesías nativas bolivarianas, en los negocios de la venta de franquicias del sistema de salud cubano. Más y más la burocracia castrista estranguló los procesos revolucionarios en todo el continente americano y más y más creó saltos cualitativos en la restauración capitalista en la isla.
Justamente, para intentar sacar de escena definitivamente al proletariado de Estados Unidos y a los combativos trabajadores de América Latina, el imperialismo tiene preparado un golpe mortal por la espalda a los explotados: la restauración capitalista en Cuba.
24- En el primer lustro del siglo XXI la burocracia castrista estableció una doble moneda en la isla: una, medida en dólares para garantizar la entrada y retiro de capitales de las trasnacionales de la isla en las inversiones de éstas en joint ventures con la burocracia castrista, y otra moneda, en pesos cubanos, que garantizara una fuerza de trabajo barata de 18 dólares de salario.
Pero esto no era suficiente para crear las “condiciones chinas” de restauración capitalista: había que restituir el derecho de herencia y la propiedad privada de los medios de producción. Esto es lo que acaba de imponer la burocracia cubana en el último Congreso del PC y de las Juventudes Comunistas de este año.
Pero ello, tampoco era suficiente para dinamizar los elementos cada vez más desarrollados de capitalismo en Cuba. El imperialismo yanqui sostenía “su bloqueo” contra Cuba, mientras entraba a los negocios en la isla asociado a las transnacionales francesas, españolas, etc. Es más, con el bloqueo disciplinaba, hambreando a las masas, más y más a la burocracia restauracionista para que cumpla todas sus obligaciones de restaurar el capitalismo, bajo la amenaza de que de no hacerlo, no serían ellos la nueva burguesía floreciente en la isla, sino que serían los gusanos de Miami con sus títulos de propiedad los que volvería a la isla a recuperarla. Así, bien arrodilladas, las capas más ávidas de la burocracia restauracionista avanzaron en conquistar un ejército industrial de reserva que garantizara la existencia de un proletariado apto para la explotación capitalista. Estos elementos ya se han desarrollado y avanzado al calor de cada golpe y traición por la espalda llevada adelante por la burocracia castrista a la revolución socialista en el continente americano. 500 mil obreros ya despedidos son un hecho irrefutable de lo que aquí planteamos.
25- Las corrientes que plantean que ya hace rato, aún desde los ’90, está restaurado el capitalismo en Cuba, como la LIT por ejemplo, han desertado de darle pelea a cada uno de estos ataques directos a la clase obrera cubana, que han sido la base para avanzar a pasos acelerados a la restauración capitalista. Si ya todo estaba restaurado y derrotado en Cuba, ¿por qué recién en el último año o año y medio se pudo echar a 500.000 trabajadores de las empresas del estado e imponer el derecho a herencia? Es que justamente en Cuba existía una enorme conquista del estado obrero que era que todos los obreros tenían trabajo. Esto no existe ni puede existir en ningún país capitalista. Ese sistema necesita no solamente del derecho de herencia para que los capitalistas hereden la propiedad privada de los medios de producción, sino que deben tener un enorme ejército industrial de reserva a su interior o reclutado en los países vecinos, sin el cual no se puede regular la fuerza de trabajo como mercancía fundamental de toda la sociedad y creadora de todos los valores existentes.
Por otro parte, los que aún siguen sosteniendo la “defensa” de los hermanos Castro y de las conquistas del “socialismo cubano” tendrían que ser uno de esos 500.000 trabajadores despedidos, vendiendo calditos de sopa en un changuito de un supermercado o cortando el pelo en su casa mientras todo el día está desocupado.
Un nuevo salto en la restauración capitalista ya ha sido dado hasta el final. La burocracia castrista ha devenido en un gobierno de esa protoburguesía naciente, cuyo objetivo ya ha dejado de ser inclusive el de defender el estado obrero “a su manera”, es decir, defendiendo sus intereses de administrar el estado obrero, al que lo parasita, hundiéndolo. Y para ello han tenido, junto a sus socios de las burguesías “bolivarianas” y como lacayos de Obama, que estrangular todos los procesos revolucionarios en el continente americano y arrinconar al proletariado cubano, planteándole que si no puede haber “una nueva Cuba” en ningún lugar del mundo, ni en América Latina, entonces “o aceptan las medidas capitalistas, o los oficiales del ejército cubano y su policía saldarán cuentas con ellos”.
En Cuba la burocracia estalinista ya ni siquiera “defiende al estado obrero a su manera”, es decir, hundiéndolo. Esto último ya lo ha hecho. Ahora ha surgido un gobierno que, o es aplastado por las masas, o desarrollará hasta el final todos los elementos capitalistas destruyendo ya todo vestigio del estado obrero, y preparará nuevos golpes contrarrevolucionarios contra las masas cubanas y nuevos estrangulamientos de los procesos revolucionarios en el continente americano. Es por ello que Cuba ha devenido en un estado obrero moribundo en abierta transición al capitalismo.
Como afirmaba Trotsky, el socialismo no se reproduce automáticamente en los estados donde el proletariado tomó el poder. Si un gobierno burgués se instala, los elementos socialistas de la economía de transición se interrumpen primero para luego destruirse totalmente.
26- Hoy muchos defensores, no de las “conquistas del estado obrero”, sino de la canalla de la nueva protoburguesía castrista, se preguntan por qué afirmamos que se ha iniciado en Cuba un proceso de restauración capitalista abierto, cuando “Cuba aún mantiene nacionalizado el comercio exterior”. Hay corrientes que están siguiendo a los hermanos Castro hasta su tumba, como el PTS de Argentina, que plantean que “es evidente que se mantiene el monopolio del comercio exterior en la isla”. Pero aquí lo único evidente es que a “hurtadillas” la protoburguesía castrista -bien a hurtadillas y a escondidas, y el PTS esto lo sabe-, con sus socios, las boliburguesías del continente latinoamericano, fue liquidando esta conquista de la revolución cubana.
Es que Cuba, junto a las boliburguesías de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Nicaragua e inclusive de Colombia, hace rato que ha creado un mercado común capitalista: el ALBA.
La introducción de Cuba al ALBA, que es un mercado capitalista, significa el levantamiento absoluto de todas las barreras aduaneras con los países capitalistas de América Latina por parte de Cuba. Salvo que los renegados del trotskismo planteen que aún existe el monopolio del comercio exterior en la isla porque opinan que en Venezuela rige el “socialismo del siglo XXI”, que el de Correa es el gobierno de los soviets en la URSS del ‘17 y el de Morales es el “socialismo indígena”, y que todos han hecho una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina. ¡Pero por favor! Cuba ha disuelto sus barreras aduaneras y ha liquidado su comercio exterior como monopolio, porque ha entrado al ALBA que es un mercado capitalista y de las transnacionales como lo es el MERCOSUR.
27- Ello significa que las empresas imperialistas pueden invertir directamente en Cuba a través del ALBA y, en nombre de la “unidad latinoamericana” de Martí, Sandino y Fidel, la protoburguesía cubana lo acepta y lo impulsa gustosa y ansiosamente porque allí también hace jugosos negocios burgueses. Y para ello, sí utiliza “su monopolio del comercio exterior”, el monopolio de la nueva protoburguesía cubana. ¿Cómo funciona éste? Todos lo saben y los cínicos de los renegados del trotskismo lo quieren ocultar. ¿Serán socios de ellos, quizás? Porque es evidente. Los hermanos Castro venden todo el sistema de salud cubano como franquicias, con personal capacitado, a todos los países del ALBA, inclusive a Colombia. Instalan el sistema cubano de salud en dichos países y por ello cobran varios millones de dólares. Lo mismo hacen vendiendo como franquicias su sistema de alfabetización. Es decir, han transformado en un gran negocio de la burocracia restauracionista y de sus alas ya burguesas las más grandes conquistas de la revolución cubana: la salud y la educación. Es que en Cuba sucede lo que pasa con toda burocracia: si los burócratas siguen al frente de las organizaciones obreras, la clase obrera pierde sus conquistas. Para mantenerlas, los trabajadores de Cuba deben derrotar a la burocracia e impulsar la revolución internacional.
Para algunos de los liquidadores del trotskismo se trata de “defender a Cuba del bloqueo”, cuando es ya la misma burocracia restauracionista, devenida en nueva burguesía, la que está bloqueando con hambre y miseria a la clase obrera de la isla y a todos los elementos socialistas en su economía conquistados por la revolución cubana.
28- ¿Qué quiere decir entonces el programa de los Castro de que no “puede haber ninguna Cuba” en Bolivia, Venezuela, Colombia, etc.? En primer lugar, esta fue una respuesta para estrangular los procesos revolucionarios del continente americano de los últimos años. En última instancia significaba decir que no podía haber ninguna revolución socialista y que la clase obrera, que venía de hacer grandes gestas revolucionarias, debían mantener al capitalismo y a sus gobiernos y regímenes.
Pero ahora también la demanda de que “no puede haber ninguna Cuba más en ningún lado, ni siquiera en Cuba”, expresa que, bajo estas nuevas condiciones de restauración abierta en la isla, si “nuevas Cubas” se imponen en Bolivia, Venezuela, Colombia, etc., se expropiaría a los capitalistas y con ello, se nacionalizarían las franquicias cubanas de educación y salud que están bajo el mando y son gerenciadas por 15.000 nuevos boliburgueses cubanos instalados en América Latina.
Como sucede con toda franquicia en el capitalismo, los hermanos Castro y sus amigos se embolsan millones de dólares al bolsillo, y tienen la desfachatez de querer despedir a centenares de miles de obreros de la producción en Cuba, cuando lo que sobran son los parásitos de una burocracia ávida de hacer nuevos negocios y de devenir en nueva burguesía.
Un síntoma de todo esto emergió en la última huelga general de Bolivia del 12 de abril. Allí 2.000 trabajadores de la salud, superexplotados, marchaban con mineros y fabriles por La Paz al grito de “FUERA LOS MÉDICOS, CAPANGAS, PARÁSITOS Y EXPLOTADORES CUBANOS DE BOLIVIA”. Hace días nuevamente han parado en una enorme huelga y lucha todos los trabajadores de la salud de Bolivia, y de La Paz en particular. ¿Cómo funcionaron las guardias y los hospitales?... con sus “administradores”, es decir, con los médico cubanos, verdaderos directores burgueses de las administraciones hospitalarias en los países del ALBA. Y como si todo esto fuera poco, son carneros y rompehuelgas de la heroica lucha de los trabajadores bolivianos de la salud.
En Bolivia las enfermeras arman sus braseros para cocinar con bosta de llama y los “médicos” cubanos viven en hoteles cinco estrellas de La Paz. Estos capangas, admiradores de esclavistas como Hu Jintao, sostenedores en nombre de la “paz” del asesino Al Assad, encima, vienen a hacerle creer a la clase obrera mundial que sobran trabajadores improductivos en Cuba. Lo que sobran son corruptos y parásitos de una nueva protoburguesía cubana surgida de las entrañas de esa casta pequeñoburguesa que es y fue la burocracia estalinista.
29- Millones de obreros de América Latina y el mundo recibieron, en las últimas semanas, un verdadero mazazo en sus cabezas y en su espíritu de lucha. Benedicto XVI fue a Cuba a “bendecir” a la camarilla castrista y a hacer de garante de que será ella la nueva usurpadora de la propiedad de los medios de producción en Cuba, aliada al imperialismo mundial, y que por ahora no serán los gusanos de Miami los que lo hagan. Una oleada reaccionaria golpeó al continente.
Los lacayos sirvientes de los hermanos Castro se llamaron al silencio. Algunos discutieron que esto que sucedió era una medida incorrecta de los “revolucionarios cubanos”. Sin embargo, se negaron a poner como demanda fundamental de la clase obrera americana, la derrota de los hermanos Castro, su gobierno y su régimen de restauración capitalista.
Se negaron a denunciar que Benedicto XVI fue a Cuba porque en última instancia, fue a bendecir el privilegio que se ganó el castrismo de encabezar la restauración del capitalismo en la isla, junto a sus socios los “bolivarianos”, estrangulando la revolución proletaria en el continente americano sometiéndola a la burguesía.
La iglesia fue puesta así en la isla como el otro partido político que ya tiene legalidad y juricidad en el régimen restaurador del capitalismo en Cuba.
En última instancia, es la garante, puesta allí por los hermanos Castro, de que toda inversión capitalista en la isla sea respetada. El gobierno de Castro y la iglesia es el verdadero régimen que intenta levantarse para retrotraer a Cuba nuevamente como prostíbulo de la burguesía, esta vez con hoteles de lujo y obreros esclavos como lo eran los de la zafra del azúcar cubana, previo a la revolución.
Así el Partido Comunista y la Iglesia son las dos instituciones de este nuevo gobierno “boliburgués” de La Habana para avanzar a la descomposición definitiva del Estado Obrero. Para ello ponen el sable de los generales del partido ejército castrista y el crucifijo, para que los explotados cubanos se rindan sin pelear. Cuestión que para nada está aún resuelto en la historia. Ni en Cuba ni en los combates de la clase obrera del continente americano.
El proletariado cubano y del continente americano aún no han dicho su última palabra para que esta política contrarrevolucionaria se asiente. Pero lo que sí ha logrado y está logrando esta contraofensiva imperialista, asentada en la burocracia castrista devenida cada vez más en una nueva burguesía, es desmoralizar e intentar quebrar la resistencia del proletariado cubano, demostrándole en su carne y en su sangre, que el socialismo ya no es más posible en Cuba, con el despido de 500.000 obreros a la calle. Esta es una medida contrarrevolucionaria asentada en un régimen de terror contra la clase obrera, para que el proletariado termine sacando la conclusión que el “socialismo” son 18 dólares miserables por mes, raciones de comida que no duran ni una semana, miles de despidos, hoteles de lujos para los “burócratas”… Si esto es así, ¿qué conquista defenderá la clase obrera para defender el socialismo? De ello se trata la pérfida política contrarrevolucionaria de la burocracia devenida en nueva burguesía: de destruir las fuerzas productivas en la economía de transición del estado obrero, estrangulando la revolución socialista internacional y aplastando toda resistencia de la clase obrera a su interior.
El rol de la restauración capitalista es no dejar piedra sobre piedra de las conquistas de la enorme revolución que protagonizaron las masas cubanas 50 años atrás, y que fuera una conquista para toda la clase obrera del continente y a nivel mundial.
30- Para devenir en nueva burguesía, estrangulando los procesos revolucionarios que golpearon al continente americano en los primeros años del siglo XXI (como ya lo había hecho antes con creces a fines del siglo XX) la burocracia castrista levantó hasta el final la consigna de que no podía haber “una nueva Cuba” en ningún país del continente americano.
El castrismo fue el encargado de hacer el trabajo sucio para que la burguesía pudiera desviar y estrangular los procesos revolucionarios en el continente.
Impulsó el pacto de Evo Morales con la Media Luna fascista con la bendición de la OEA, cuando eran masacrados un centenar de obreros y campesinos pobres de Bolivia. En México llamó al zapatismo a que desarticule la comuna revolucionaria de los obreros y estudiantes que pusieron en pie la Comuna de Oaxaca permitiendo que las fuerzas de represión la retomaran a sangre y fuego.
Desde Venezuela los hermanos Castro golpearon la mesa al grito de “Colombia no puede ser una nueva Cuba” y se abrazaron en el UNASUR con el fascista Uribe, entregándole la resistencia colombiana a ese régimen asesino para que sea masacrada por la espalda. El grito de esas burguesías nativas, con la sangre aún caliente de la resistencia colombiana fue “hay muchos negocios para hacer” y los hicieron con las transnacionales saqueando el gas y petróleo del continente.
En Argentina llamaron a los trabajadores, con Fidel en persona, a apoyar al gobierno asesino y represor de los Kirchner con el verso de que había que producir porque éste luego “repartiría la riqueza”, y lo único que repartió fue hambre represión, cárcel y saqueo de la nación.
Llamaron a sostener a los gobiernos nicaragüenses y salvadoreños de los Sandinistas y del Farabundo Martí que son verdaderos yuppies de Wall Street, sostenidos en las fuerzas de las maras contrarrevolucionarias, como todos los gobiernos centroamericanos que masacran junto al ejército mexicano a más de 50 mil trabajadores inmigrantes que, desesperados por el hambre, intentan pasar la frontera hacia EE.UU.
Y lo que es más grave aún, llamaron a toda la clase obrera norteamericana, y en particular al movimiento negro e inmigrante de ese país, a sostener a Obama… un Bush tiznado. Decían que así “defendían la democracia contra el fascista Bush”. Como “no se podía hacer una nueva Cuba” (ni hablar en EE.UU.), se alinearon con Obama. Le pusieron un revólver en la sien a la clase obrera norteamericana y también cubana. Y Obama respondió profundizando el ataque de Bush contra la clase obrera en EE.UU., salvando a los banqueros, redoblando su ofensiva contrarrevolucionaria en el planeta, y conservando la cárcel de Guantánamo en Cuba, donde mantiene presos y tortura, al mejor estilo de los generales de Hitler, a los luchadores antimperialistas de Medio Oriente. En esa cárcel de la CIA, EE.UU. tiene una cabecera de playa. La otra la tiene en Haití, con bases militares para atacar la isla si el proletariado cubano osa sublevarse en acciones ofensivas revolucionarias contra la burocracia devenida en una protoburguesía restauracionista. Así el imperialismo yanqui defiende, también en su patio trasero, quién será la potencia imperialista que se quedará, en última instancia, con la Cuba capitalista.
31- Hoy el grito de guerra del gobierno cubano, devenido cada vez más en un gobierno resuelto a restaurar ya el capitalismo es: “el modelo cubano ni siquiera sirve para Cuba”. Se afirma esto como si las masas cubanas hubieran salido de penurias inauditas y de las peores de las miserias sin el triunfo de la revolución socialista que expropió a la burguesía y rompió con el imperialismo. El castrismo, ahogando y estrangulando la revolución latinoamericana hoy, como ayer lo hiciera en los ‘70 sosteniendo en América Latina y en África la política contrarrevolucionaria de “coexistencia pacífica” del estalinismo de Moscú, está llevando a la clase obrera cubana a las condiciones de hambre y miseria previas a las del triunfo de la revolución en los ‘60. Ahora, han pactando con Obama y el imperialismo mundial que los “nuevos gusanos” en la isla son los Castro y no los de Miami. Pero está por verse, ante una posible derrota definitiva del proletariado cubano y latinoamericano, si el imperialismo yanqui no termina inclusive, después de haber usado a la pandilla castrista para restaurar el capitalismo en la isla, de tirarla al basurero como ha hecho muchas veces con sus agentes.
La estrategia histórica del imperialismo yanqui es que Cuba sea un “nuevo Puerto Rico”. Mientras tanto, con su política de bloqueo, como ayer lo hacía con la carrera militar y armamentística con la burocracia de Moscú, disciplina a la burocracia castrista ávida de devenir en burguesía, mientras por ahora asociado al imperialismo europeo y vía sus bancos, entra a los negocios que ya existen en la isla. Pero para imponerse en Cuba, inclusive por sobre el resto de las potencias imperialistas, es decir, antes que se reparta el botín de una “nueva Cuba como colonia”, tendrá que correr mucha agua, y sobre todo mucha sangre, en la lucha de clases en el continente americano y a nivel mundial.
32- Cuando más y más la burocracia castrista avanza en devenir en una nueva boliburguesía, es cuando más y más la única solución para los trabajadores y los explotados, no sólo del continente americano sino del mismo EE.UU., con la catástrofe de Wall Street y el capitalismo financiero mundial, es la de los ¡Estados Unidos Socialistas!
No sólo en Cuba está planteado echar a la burocracia restauracionista devenida en boliburguesía para restaurar la propiedad colectiva de los medios de producción, y poner a Cuba como un bastión de la revolución socialista internacional. Es que una “nueva Cuba” está planteada en Estados Unidos de Norteamérica. Allí sobreviven 43 millones de trabajadores con 3 dólares por día. Otras decenas de millones han perdido hasta la más mínima de las conquistas, e inclusive sus seguros sociales, para mantener sus trabajos. Varios millones de trabadores y sectores arruinados se han quedado sin casas. Millones de inmigrantes son expulsados y reprimidos brutalmente, mientras un 10% de trabajadores se mantiene en la desocupación crónica.
Cuando más y más, la única solución para EE.UU. y para este planeta llevado a la barbarie por la bancarrota del sistema capitalista es el triunfo de la revolución socialista, todas las direcciones traidoras se han complotado para que ésta sea liquidada inclusive en Cuba.
Una “nueva Cuba” en Estados Unidos es mucho más que necesaria, es imprescindible. ¿Por qué? Porque sin expropiar a los banqueros de Wall Street y sus transnacionales, que controlan y saquean el planeta, la clase obrera norteamericana no podrá ni soñar en salir de las condiciones de esclavitud “a la china” a la que está siendo llevada, ni mucho menos la clase obrera mundial podrá liberarse. Decir: “una nueva Cuba no es posible ya ni siquiera en Cuba”, es transformarse en un gerente directo de los yuppies de Wall Street al interior de Cuba y actuar como una verdadera agencia de seguridad de las 8 manzanas de Manhattan donde está asentada la súper-oligarquía financiera mundial.
Esto sucede cuando lo que está planteado en el Norte de África y Medio Oriente es el triunfo de la revolución socialista y su sincronización con la apertura de procesos revolucionarios de la clase obrera de la Europa imperialista, y cuando ya está en marcha un nuevo despertar y levantamiento de la clase obrera norteamericana, en Oakland, Wisconsin, etc. La lacra estalinista cubana, ya decadente y senil, apoyada por todos los renegados del trotskismo, ha iniciado un salto cualitativo en la restauración capitalista en Cuba. Cuánto más y más la clase obrera y su juventud cercan Wall Street al grito de que hay que expropiar al “1%”, la política de Castro es entregarle Cuba a ese “1%” de parásitos.
De los renegados del trotskismo ha surgido una nueva oleada revisionista contra el marxismo en la cuestión cubana que solo busca sostener “por izquierda” la contraofensiva imperialista
33- Sin embargo, todo esto no fue suficiente. Todavía hay gente que en nombre del marxismo, como lo hace la LIT-CI que, bastardeando al trotskismo, tiene el cinismo de plantear ante semejantes avances contrarrevolucionarios de la burocracia castrista, que llenó de derrotas y cadáveres al sur continente latinoamericano, “en Cuba ya se ha restaurado el capitalismo por vía pacífica en los ‘90”. La LIT hace rato que ha desertado de la lucha por la revolución socialista en el continente americano y de los combates decisivos que la clase obrera de este continente, y de Cuba en particular, aún tiene planteados por delante.
Para terminar de asentar la restauración capitalista en Cuba, que ha empezado abiertamente, ya no es suficiente con las tropas yanquis y sus lacayos de América Latina tomando Haití, con Guantánamo lleno de presos de las luchas de Medio Oriente, torturados por el imperialismo. Hay que terminar de aplastar a las masas cubanas y lo que queda del empuje y de combate revolucionario del proletariado latinoamericano.
En México se aplastó la Comuna de Oaxaca y se inició una feroz contrarrevolución con un régimen que ya ha masacrado a más de 50.000 trabajadores y que con las bandas de las famosas “maras” y sus policías contrarrevolucionarios son una verdadera fuerza de choque para que los hambrientos trabajadores de latinoamericano y centroamericano no pasen la frontera con EE.UU. Todavía no fue suficiente la acción contrarrevolucionaria de la Media Luna fascista, ni la masacre de la resistencia colombiana.
El imperialismo para asentar su contraofensiva en el continente, tiene un misil muy poderoso contra las masas que es la restauración capitalista definitiva en Cuba. Pero para terminar de dispararlo, deberá terminar de acompañar sus medidas ya abiertamente restauracionistas con un golpe certero y decisivo al proletariado cubano para terminar de rendirlo y de ponerlo de rodillas.
Es más lo que veremos en el “patio trasero” del imperialismo yanqui, no serán flores de “libertad y democracia” sino a Chávez y Morales atacando aún más abiertamente a sus clases obreras que como lo vienen haciendo. Ellos deberán seguir rápidamente las huellas de Khadafy y Al Assad en sus países, como ya lo están haciendo y lo hacen sus amigos “bolivarianos” de Brasil y Argentina. Su seguidor Humala en Perú, ese “bolivariano tardío”, se ha cansado ya, como ayer Fujimori, de fusilar, reprimir y atacar a las masas obreras y campesinas que están en rebelión permanente contra las trasnacionales y su gobierno. En Chile sus “pacos de rojo”, deberán volver a romper las cabezas de la vanguardia estudiantil revolucionaria y separarla cada vez más de la clase obrera, a la que divide y aísla desde la dirección de la CUT, para que esta sea brutalmente reprimida y atacada por el gobierno del “TLC” de Piñera y su régimen cívico militar.
34- ¡Cuánta razón tuvo el trotskismo y la IV Internacional planteando que si no triunfaba la revolución política la burocracia iba a devenir en una nueva clase poseedora! Para ello debió en primer lugar aplastar a la revolución socialista mundial (y en eso la burocracia castrista ha acumulado suficientes méritos de entrega y masacre) para luego quebrar la resistencia del proletariado del estado obrero. Esta cuestión hoy es clave en Cuba. Allí se resolverá, en gran medida, como en Siria y en Grecia, la ofensiva contrarrevolucionaria del imperialismo que ha comenzado para sacar de escena al proletariado mundial.
Como vemos, aquí no hay ninguna restauración “pacífica”, sino un régimen contrarrevolucionario de los generales del partido-ejército cubano, devenido hoy en una nueva protoburguesía restauracionista, que se ha consolidado sobre la base del estrangulamiento de la revolución latinoamericana y de las masacres de su vanguardia, y que se apresta a dar golpes decisivos en Cuba, como lo hace Al Assad en Siria y el régimen de la Troika en Grecia.
La LIT, pese a cacarear que apoya los combates de las masas de Siria, ni siquiera ha llegado allí. Ya hace rato que se ha negado a levantar la revolución socialista como la tarea más inmediata del proletariado europeo. Y ahora también ha huido del combate del proletariado cubano, dándolo por derrotado y por muerto desde hace años, al plantear que “se restauró el capitalismo en los ‘90”. La LIT huyó del campo de batalla de la clase obrera de Cuba, cuando aún no estaba derrotada ni la revolución boliviana, argentina ni ecuatoriana, y cuando se levantaba la clase obrera norteamericana contra la guerra y contra Bush. En esos combates vivía el estado de ánimo y la predisposición a la lucha de la clase obrera cubana. Y en esas condiciones no se podía aún echar a 500.000 obreros de las empresas del estado de Cuba ni restituir el derecho de herencia en la isla. Fue en el combate y en la guerra de clases donde se definió y se está definiendo el carácter del estado obrero o de lo que queda de él en Cuba. Por eso la premisa del programa trotskista es que la suerte del estado obrero está atada en última instancia e indisolublemente al resultado de la lucha de clases y a la revolución socialista internacional.
35- El cuento de la “vía pacífica a la restauración capitalista”, que pregona la LIT, es una “teoría” gemela y tan nacionalista como que puede existir el “socialismo en un solo país”. No hubo ni existirá jamás la posibilidad del “socialismo en un solo país”, como tampoco se podrán defender las conquistas de un estado obrero, que le ha arrancado provisoriamente la propiedad a los capitalistas, si no triunfa la revolución internacional.
Asimismo la restauración capitalista no se da “en un solo país”. Primero la burocracia debe aplastar la resistencia de la clase obrera mundial y de su propio proletariado para avanzar en la restauración capitalista, y esto no se hace precisamente bajo “formas pacíficas”. Parecería ser que los dirigentes de la LIT no estuvieron ni de cerca en la masacre de los Balcanes, del genocidio en Chechenia y en las repúblicas ex soviéticas del Cáucaso, ni en los ataques contrarrevolucionarios de los “nuevos zares” de Rusia que desde el ’89 y el ’90 se han dedicado a masacrar a cuanto obrero ha decidido organizar cualquier lucha en ese país… y muy seguramente sus “sesudos “teóricos” no estuvieron siendo aplastados por los tanques que masacraron a los obreros y estudiantes en Tiananmen en el ’89.
Es que se dio a rajatabla no sólo el pronóstico del trotskismo de que si no triunfaba la revolución política, la burocracia iba a devenir en nueva clase poseedora entregando los estados obreros; sino que asimismo si esta burocracia no le propina derrotas al proletariado internacional y a sus propias clases obreras, no puede avanzar abiertamente como clase poseedora. Y esto no se hace por “vía pacífica”.
Los revisionistas de las “revoluciones democráticas” quieren hacerle creer al proletariado mundial que existe “reacción democrática” para restaurar el capitalismo, tal como la “revolución democrática es un paso al socialismo”. Y muy sueltos de cuerpo dicen: “Trotsky se equivocó. Hay restauración capitalista por vía pacífica”. Y dicen esto sin sonrojarse no sólo por lo que decimos anteriormente, sino porque los propios dirigentes de la LIT, que chillan, gritan, se sublevan y calumnian permanentemente a Trotsky y al trotskismo, al que revisan rabiosamente, a renglón seguido plantean que “el gobierno de los hermanos Castro, es una dictadura militar como la de Videla o Pinochet, es decir, totalmente bonapartista donde en los ’90 se restauró el capitalismo”.
Pero esta gente, ¿no lee lo que escribe? “Vía pacífica con un régimen de Pinochet y Videla”. ¿Así se restauró “pacíficamente” el capitalismo? Que la LIT y cualquier otro charlatán vaya a Cuba a hacer un partido aunque más no sea socialista, pero opositor a los Castro, y verá que termina entre rejas o con un tiro en la cabeza. ¿“Restauración pacífica”?, ¡las pelotas! “Pacíficamente” vive esta gente en las capas altas de la aristocracia obrera de Brasil.
36- Pero saliendo de mucho más atrás, del fondo de la historia, sus “sesudos teóricos” de bajísimo nivel que vomitan un anti-trotskismo visceral, nos dicen solemnemente: “es más, el capitalismo ya se restauró en China en el año ’75-’78 con el pacto de Nixon y Deng Xiao Ping”. Ahí encontraron su última barricada para defender la “restauración pacífica del capitalismo” en China. Nuevamente, estos “socialistas” nacionales se olvidaron de un pequeño-detalle, nada más ni nada menos que de la peor derrota de los estados obreros en la posguerra que significó, junto al ’89, uno de los golpes mortales contra la clase obrera mundial.
En el 78-79 se dieron las guerras entre los estados obreros de China, Vietnam y Camboya que fue una de las más grandes tragedias del proletariado mundial. Lo que plantea la LIT equivale a decir a que si se agarraran a tiros entre sí los obreros del sindicato metalúrgico y del sindicato de los bancarios de Brasil, y la patronal luego disolviera los sindicatos, ello sería un “restauración pacífica de la destrucción de los sindicatos”.
La LIT habla de “restauración pacífica del capitalismo en los estados obreros” cuando fue la burocracia la que llevó a una guerra fratricida entre sí a los trabajadores de China, Vietnam y Camboya, y con ello, a la peor de las derrotas con obreros matándose entre obreros. Ahí está la base y la derrota contrarrevolucionaria que permitió asentar los pactos restauracionistas de Nixon y Den Xiao Ping, y aplastar a las masas vietnamitas que venían de derrotar al imperialismo yanqui.
¡Basta ya de calumniar, revisar y falsificar al trotskismo! ¡Basta de hablar en su nombre! ¡Hablen en nombre del PT brasilero al que le sirven hace décadas!
37- Mientras tanto, otra fracción de los renegados del trotskismo está lejos de afirmar que ya ha sido restaurado el capitalismo en Cuba. Acompañan hasta la restauración capitalista hasta el final a la lacra estalinista. Su grito de guerra es “¡No al bloqueo!”. Como si este bloqueo pudiera ser derrotado de la mano de la nueva protoburguesía emergente del castrismo, que ha abierto totalmente la economía cubana al capitalismo mundial. Estas corrientes hacen como el tero: chillan que “defienden al estado obrero” pero ponen todos sus huevos para defender a la camarilla castrista, devenida cada vez más en una nueva burguesía floreciente en la isla.
Afirman todo esto como si este bloqueo ya no hubiera sido roto por la lacra de la burocracia estalinista aliándose al imperialismo mundial y a las burguesías lacayas del continente americano. Hoy, las penurias de las masas cubanas no se deben tanto solo al “bloqueo del imperialismo”. Estas penurias son en primer lugar por el estrangulamiento de la revolución socialista en el continente americano, que era y es la única forma de “romper el bloqueo”. La miseria de la clase obrera cubana es esencialmente por el saqueo del salario y las riquezas de Cuba por parte de las empresas imperialistas asociadas a la burocracia, devenida en burguesía restauradora del capitalismo en Cuba. La última palabra la tiene la clase obrera cubana y del continente americano aplastando a la burocracia, o la burocracia aplastará a las masas cubanas como lo hicieran ayer en la ex URSS y en China.
Con el pasaje abierto al campo de la restauración, la burocracia deviene en agente no indirecto, sino como agente directo del imperialismo en Cuba. A esto lo logró eon el derecho de herencia restablecido, con el ejército industrial de reserva conquistado y con un mercado capitalista abierto como el ALBA a su disposición. El trotskismo afirma que el que liga la suerte del estado obrero como conquista, a la suerte que corra la burocracia que se salva como nueva clase poseedora aplastando al proletariado, deja de defender las conquistas del estado obrero y pasa a ser un lacayo de la burocracia y el imperialismo. Los hermanos Castro y los verdaderos parásitos que nada producen, la vieja burocracia estalinista sobre los que se asienta, han llevado a Cuba a devenir en un estado obrero en aguda descomposición y en franca transición al capitalismo.
Un gobierno de la nueva protoburguesía cubana se ha instalado para no dejar ni piedra de las conquistas de la revolución. Un régimen bipartidista del PC y la iglesia, apoyado en la casta de oficiales del ejército castrista, son las instituciones sobre las que se asienta la descomposición del estado obrero cubano, en franca transición al capitalismo.
Han llevado a la clase obrera cubana a las peores condiciones, impulsando todas las tendencias a la acumulación capitalista que la pagarán los trabajadores con hambre, desocupación y un salto en la miseria. No es el socialismo el que empuja a las masas al retroceso en sus conquistas y a la agudización de sus penurias; es la introducción del capitalismo en sus formas más salvajes lo que provoca esto y lo profundizará.
Aún no esta dicha la ultima palabra. Nuevos golpes de la burguesía mundial y del imperialismo despidiendo obreros y atacando sus conquistas, harán retroceder aún más a la clase obrera cubana. Pero nuevos saltos en la revolución en el continente americano para enfrentar los ataques del capitalismo en bancarrota, por el salario y por mejores condiciones de vida, contra los tarifazos y la miseria, le demostrarán al proletariado cubano que hay y sobran condiciones para resistir y derrotar el ataque de la protoburguesía castrista, de los lacayos como Morales y Chávez, y del mayor carnicero imperialista del planeta, Obama. En el combate de la clase obrera mundial se definirá entonces históricamente el carácter de clase definitivo del estado obrero, tal cual plantea el programa del marxismo y la teoría del trotskismo y la IV Internacional.
38- El heroico proletariado cubano tiene mucho que decir aún en el combate de la clase obrera del continente americano y a nivel mundial. Engañado, traicionado y separado de las revoluciones del continente, el proletariado de Cuba ha sido llevado a padecer las peores condiciones de su historia. Pero la clase obrera del continente americano debe comprender que también tiene su vida echada a la suerte del proletariado cubano y de las conquistas de la revolución. Por eso el grito de guerra debe ser: ¡Fuera la camarilla pro-capitalista de los hermanos Castro y sus parásitos del Partido Comunista cubano! ¡Fuera la iglesia, cabeza de plaza y la representante de todos los intereses imperialistas en la isla! A ellos hay que “despedirlos” del poder para que un gobierno revolucionario obrero y campesino ate la suerte de cuba al triunfo de la revolución socialista en el continente americano y a nivel mundial.
La vieja burocracia devenida en nueva burguesía ha impuesto nuevamente la desigualdad. Restituirla significa terminar de echarla y expulsarla del poder, y expropiarle todos los bienes a la nueva burguesía emergente y a sus sociedades con el imperialismo, comenzando por renacionalizar todas las ramas de producción que dan ganancia y que los hermanos Castro se las han entregado a las transnacionales. Esta vez, deberán ser los consejos de obreros, trabajadores agrícolas, desocupados y comités de soldados rasos los que, con la democracia soviética, recuperen el estado obrero entregado ya al imperialismo mundial. Ellos y todos los partidos que realmente defiendan el socialismo, tendrán plena legalidad para construirse en el movimiento obrero cubano. Pero para ello habrá que expulsar y despedir a toda la lacra burocrática, y a los nuevos burgueses y nuevos ricos, para volver a restaurar plenamente la dictadura del proletariado, pero esta vez bajo formas revolucionarias.
Es que Cuba será un bastión de la revolución socialista latinoamericana y mundial, o será un bastión de la explotación y la contrarrevolución en el continente americano.
39- Pero en la cuestión cubana nuevamente vemos, como en el ’89, un estallido de todas las corrientes que hablan en nombre del socialismo a nivel mundial. Así otras variantes anti trotskistas se preguntan ¿cómo puede ser que “comandantes tan revolucionarios en los ´60 y en los ´70 terminen ahora como monaguillos del Papa Benedicto XVI”? El pablismo no entiende al pablismo. Hay grupos como Convergencia Socialista de Argentina que siguen marcando el mismo paso que el morenismo y el pablismo a mediados de los ’60, cuando planteaban que el castrismo era “una dirección revolucionaria como la de Lenin” y un “jacobinismo proletario”.
Pero jamás la burocracia castrista fue distinta, en su génesis y estructura pequeñoburguesa, a la que hoy entrega Cuba abiertamente al capitalismo. Ayer lo hizo para someter a las masas revolucionarias cubanas a la lacra estalinista que desde la URSS sostenía con la coexistencia pacífica, tal cual pulmotor, al imperialismo en vida.
El problema es de los que se creyeron que las conquistas de la revolución socialista en Cuba fue el objetivo de los hermanos Castro que también bajaron de Sierra Maestra rezando el rosario, llamando a imponer un gobierno del Partido Demócrata Cristiano con ellos, es decir de colaboración de clases.
Fueron las masas cubanas insurreccionadas las que obligaron a esta corriente pequeño burguesa a ir donde jamás soñaron con llegar: a la expropiación de la burguesía. Y como jamás soñaron, ni quisieron llegar ahí, ni bien tuvieron la oportunidad y las condiciones, como hoy, intentan dar un salto cualitativo hacia la restauración capitalista.
El problema aquí es que los “trotskistas” en los ´60 y ´70 fueron los que, rompiendo con el programa revolucionario, le dieron un carácter revolucionario a la banda estalinista de La Habana que se cansó, desde Kruschev a Breznev, y desde Breznev a Yeltsin, de estrangular cuanta revolución socialista sacudió el planeta durante Yalta.
Es más, ¿cómo se pueden extrañar los que dejaron solo al Che Guevara en Bolivia, como hizo el PC boliviano, para que sea masacrado por las boinas rojas de los oficiales de Bolivia, educados en West Point? ¡Digamos la verdad! El castrismo, y también Moscú, usaron a su ala pequeñoburguesa radical (como la URSS también utilizó el verso de la instalación de los misiles cubanos en La Habana), con el objetivo de negociar mejor sus prebendas y ubicación en la economía y política mundial en el marco de la “coexistencia pacífica” con el imperialismo.
No entendemos tanto dolor por el cambio de roles de los traidores de los hermanos Castro, cuando estos enterraron a centenares de miles de combatientes del proletariado mundial en decenas de revoluciones, cuidándole los pozos de petróleo a Rockefeller en el Congo y en Angola; llevando a la masacre al proletariado chileno con el verso de la “vía pacífica al socialismo en Chile; entregando la revolución centroamericana de Nicaragua y El Salvador, con decenas y decenas de miles de combatientes entregados por la espalda, como sucede hoy con la resistencia colombiana.
40- El mundo se ha llenado, como veremos luego, de un nuevo veneno revisionista muy parecido al que se esparció en el ´89. No es casual que se desarrolle abiertamente con la cuestión cubana. Pero este revisionismo, que intenta desorganizar a la clase obrera, corromper a su vanguardia y echarle tierra a los ojos para que ésta no vea las condiciones del campo de batalla, no ha dejado ni puede dejar piedra sobre piedra del marxismo, cuando la revolución proletaria ha llegado muy lejos. Es un revisionismo, que luego describiremos, de poco vuelo, puesto que a diferencia del que se desarrolló en el ’89, no se asienta en derrotas históricas de la clase obrera, sino en reflujos momentáneos que permiten brutales contraofensivas imperialistas contra las masas, pero en momentos en que éstas aún mantienen todo su vigor y energía en el combate, mientras es el sistema capitalista imperialista mundial el que está en franca bancarrota.
En relación a la cuestión cubana, son un calco de lo que hacían los renegados del trotskismo en el ’89, cuando rápidamente se querían alejar del trotskismo mientras estallaban en 1.000 pedazos, por haber apoyado durante décadas al estalinismo en Occidente.
En el ‘89, cuando caían los estados obreros, todos los que estuvieron colgados a los faldones del estalinismo durante años, despotricaban contra el trotskismo, al que responsabilizaron de las derrotas del ´89. Le echaron la culpa al programa del trotskismo y a las masas que ellos mismos traicionaron en Oriente y en Occidente, de las derrotas que significaron la caída de los estados obreros. Durante décadas, el pablismo y todos los “ismos” de la IV Internacional de Yalta, ataron el destino de nuestro partido mundial a la lacra estalinista y terminaron destruyendo esa conquista revolucionaria que fuera fundada en 1938 por León Trotsky y demás continuadores del bolchevismo. El programa del trotskismo había pasado la prueba de los acontecimientos de la post-guerra y del ’89; el pablismo y demás lacayos del estalinismo, no.
41- Luego profundizaremos entonces que ante el surgimiento de los procesos revolucionarios del 2011, en aquel momento surgió un revisionismo contra el marxismo de las direcciones traidoras, para justificar teóricamente su política de entrega de los procesos de la revolución proletaria que comenzaban a desarrollarse desde el Norte de África y Medio Oriente, y que impactaban al proletariado de Europa y EE.UU. que se ubicaban en posición de ofensiva contra el ataque del capital en bancarrota.
Este revisionismo está versado en las teorías de “revoluciones democráticas” y “primaveras de los pueblos”, justamente para impedir que el proletariado ponga en pie sus organismos de doble poder armados para hacerse del poder. Esta vez no podían hablar de la “crisis de subjetividad” de las masas, ni de los límites de éstas en su lucha revolucionaria. Se tuvieron que tragar dicha teoría de “crisis de subjetividad” y del “atraso de las masas”. Es que éstas demostraron tener un millón de veces más perspicacia, convicciones y claridad de cómo organizar una lucha contra los explotadores, que todos los aparatos que hablan del socialismo y lo traicionan a cada paso en la clase obrera mundial. Ninguno de los partidos que hablan en nombre de la clase obrera llamaron a los explotados de Túnez, Egipto, Siria, Libia o Yemen a tomar el cielo por asalto. Más bien llamaron a someterse a sus verdugos: a los parlamentos burgueses y a los gobiernos de transición, como lo hicieron con la clase obrera europea para que no abra procesos revolucionarios como lo hicieron sus hermanos de clase de los que ellos llaman “pueblos atrasados”.
Estos partidos se dedicaron a levantar un programa y una estrategia de “democratización” del estado burgués, y fueron enemigos de dotar al proletariado de un programa para “demoler la maquinaria estatal existente”, como planteó Marx como lección fundamental de la Comuna de París ya en 1871.
Es un revisionismo que se da cuando está en riesgo la sobrevivencia misma del capitalismo mundial. El revisionismo es veneno en la conciencia de la clase obrera y su vanguardia para impedir que se produzca un nuevo reagrupamiento revolucionario, porque ello provocaría que estén contados los días del oportunismo y el revisionismo en el marxismo para estrangular la lucha del proletariado mundial.
El revisionismo se subleva e intenta sublevar a la clase obrera contra el marxismo revolucionario, el trotskismo y la IV Internacional. No le tiembla la mano para atacar al trotskismo, pero se asusta y se horroriza cuando los trotskistas afirmamos contra ellos, y exponiéndolos ante la clase obrera mundial, que el trotskismo, su teoría y su programa pasaron la prueba, y los que no la pasaron fueron los que hablando en su nombre traicionaron su programa a cada paso.
Cuando se caían los bancos de Wall Street y el sistema capitalista imperialista mundial hacía su “streap-tease”, estas corrientes rápidamente su pusieron su etiqueta de “anticapitalistas”. Y cuando las masas pasaron a la ofensiva e inclusive se armaron para derrotar al capitalismo, estos partidos sólo atinaron a salir corriendo a sostener al capitalismo en bancarrota contra el odio de las masas. Este es el verdadero rostro del revisionismo que se ha levantado hoy contra el marxismo.
El reformismo, el FSM y las aristocracias y burocracias obreras de las organizaciones de masas crearon las condiciones para que se desarrolle la actual contraofensiva imperialista del 2012
42- Este “nuevo ´89” en Cuba que prepara el capitalismo mundial es una de las grandes acciones contrarrevolucionarias, junto a la masacre que lleva adelante el socio de Castro, Al Assad, en Siria, para contener y aplastar la ofensiva revolucionaria de masas que tendía a extenderse en el planeta en el año 2011.
En Grecia, como ya vimos, el imperialismo mundial ha concentrado sus fuerzas para derrotar al proletariado y quebrar la ofensiva revolucionaria de la clase obrera europea.
Todas las potencias imperialistas, y EE.UU. en particular, necesitan a toda costa el aplastamiento de las masas chinas. Allí se está desarrollando un proceso de desaceleración de la economía y de acumulación de burbujas que, como en 2007-2008, anuncian una brutal caída de la tasa de ganancia del capital financiero que no vuelve a ir al proceso productivo y que necesita imperiosamente devorarse a las empresas nacionalizadas que dan ganancia, y cerrar las que dan pérdida. Y esto lo harán inclusive a costa de liquidar a una fracción de la burguesía china, como vemos hoy cuando han “caído en desgracia” Bo Xilai y su mujer, que son los dirigentes de la fracción que comanda a los barones de la industria nacional china en el Comité Ejecutivo del partido comunista. Obama ha dado la orden de que hay que romper el límite de inversión en el capital bancario chino que impide que no más del 25 % de capital extranjero puede ser titular de sus acciones. Liberar los bancos, sobrevaluar el yuan, liquidar o apropiarse de las empresas nacionales chinas para favorecer las exportaciones yanquis y volver a China compradora, luego de que las transnacionales saquearon su fuerza de trabajo esclavo durante décadas, es la garantía de que EE.UU. y las demás potencias imperialistas que acepten su disciplina en el Pacífico, son los que se quedarán con el mercado interno de los “nuevos ricos” de China. Un nuevo salto en la recolonización de China, el Pacífico y todo el mundo semicolonial y colonial es lo que está planteado en esta contraofensiva imperialista.
Recuperar Cuba, atar a China con dobles y triples cadenas, reconstituir los dispositivos contrarrevolucionarios del imperialismo en el Norte de África y Medio Oriente, y preparar un aplastamiento del proletariado griego y europeo, es lo que necesita el imperialismo para intentar salir de su crisis. De asentarse esta contraofensiva contrarrevolucionaria, el imperialismo quedaría con las manos libres para avanzar en el saqueo del mundo, en nuevas guerras e inclusive en dejar por fuera del reparto del botín a las potencias imperialistas “vencidas” por la crisis económica mundial.
43- De imponer esta contraofensiva, el imperialismo encontrará respiro a su fenomenal crisis. Pero aún no está definido que esto vaya a suceder. Para nada la clase obrera ha sido vencida. Ésta no ha dicho su última palabra. Los avances de los explotadores están dados por el accionar de las direcciones traidoras con su cinismo, sus puñaladas por la espalda, sus traiciones al proletariado y con el revisionismo en el marxismo que las justifican.
Es más, como lo vemos en Cuba, lo vimos en Chile y en los cachiporrazos sobre la cabeza de la clase obrera griega por parte de los estalinistas, esta ofensiva avanzó atacando desde adentro de las organizaciones de masas a lo más avanzado del combate del proletariado mundial. Y desde allí aislaron a su vanguardia, las heroicas masas revolucionarias del Norte de África y Medio Oriente.
Sin este pérfido accionar, como ya dijimos, el imperialismo no hubiera tenido las manos libres para liberar a su perro guardián de Siria, para que le haga su trabajo sucio de masacre y exterminio de las masas insurreccionadas, para escarmentar al proletariado mundial.
La cuestión está en que esta contraofensiva imperialista se asienta no sólo en el pérfido accionar del reformismo, que desorganizó, dividió y desincronizó la ofensiva de masas, sino que porque justamente ésta lo superó y desbordó durante todo el 2011, es que el imperialismo y la burguesía llamaron a su agente fascista y bonapartista. El gran capital ante la ofensiva de masas, que iniciaron verdaderos procesos de radicalización de masas (como sucedió en Libia, Siria, Egipto, Grecia, clamando por hacer allí la revolución como en Argentina en el 2001, con el movimiento de los indignados cercando Wall Street y tomando Oakland y las plazas de Madrid, con la vuelta a escena de la clase obrera boliviana y chilena), tuvo que apelar ya abiertamente a su agente fascista y bonapartista. Los sables de los generales y la masacre en Siria o en China, como la que se prepara en Grecia, plantean en la arena histórica que el capitalismo no saldrá de su crisis tan sólo con el reformismo, al que utiliza para desorganizar las filas obreras. En su accionar el reformismo estalla, se debilita y pierde cada vez más autoridad para controlar a las masas sublevadas, que más que seguir a estas direcciones, las soportan. Por ello, ya entran y entrarán cada vez más en escena, el bonapartismo, el fascismo, la contrarrevolución directa y las guerras.
Las direcciones reformistas del proletariado mundial cercaron provisoriamente la revolución, para que con las masas aisladas, el fascismo intente aplastarlas en sus focos más avanzados, como vemos hoy en Siria.
44- Pero aún, y pese a que sus procesos revolucionarios fueron cercados provisoriamente y pese a la brutal contraofensiva imperialista, la clase obrera presenta batalla.
En Grecia se combate calle a calle y establecimiento por establecimiento. En España la clase obrera ha dado un duro golpe, a pesar y en contra de la dirección de la UGT y las CC.OO, contra el gobierno y la monarquía. En Libia las armas no se entregan. Insistentemente las masas de Egipto vuelven sobre la Plaza Tahrir a cada paso. En Túnez cuando fue atacado el local de la UGTT por las bandas salafistas, verdaderos grupos de choque del partido islámico, un piquete de 4.000 obreros a palazos limpios enfrentó a la policía asesina y obligó a la burocracia a salir de sus cómodos despachos y a seguir a regañadientes su lucha. En abril, como símbolo de que la revolución sigue viva, en Sidi Bouzid, ciudad donde se inmoló el joven tunecino, se dio una nueva y brutal sublevación de las masas; se quemaron las comisarías y los estudiantes ganaron las calles junto a los obreros mineros.
En Bolivia, los obreros pugnan por parar el feroz ataque del gobierno antiobrero de frente popular de Morales que ha lanzado sobre los trabajadores una brutal carestía de la vida y una nueva ofensiva de expropiación de tierras a los sectores más pobres del campesinado. Ese gobierno cada vez es más sostenido por la burocracia colaboracionista de la COB. Allí se ha abierto una tendencia recurrente a la huelga general, a pesar del control que por engaños retoma a cada paso la dirección burocrática de la central sindical boliviana.
Las masas mantienen sus energías para el combate. Está muy lejos aún de haberse desplegado todas las energías de la clase obrera mundial. Por ello, es y será cada vez más sangrienta, persistente y tenaz la contraofensiva imperialista que está en curso. Los choques entre las clases cada vez más violentos se verán en el período inmediato.
Hay que afirmar entonces, que la clase obrera no se ha rendido. Que son sus direcciones traidoras las que la obligan a pelear en las peores condiciones. A este retroceso no lo impuso la fortaleza del capital ni de sus regímenes y gobiernos, sino las direcciones que éste paga para desarticular las fuerzas del proletariado.
Esta contraofensiva imperialista juega a todo o nada a las direcciones reformistas de las masas para que paren los procesos revolucionarios, más allá de la suerte que éstas corran después de hacerlo. Para eso les pagan.
El síntoma de que esta contraofensiva necesita triplicar y cuadriplicar sus golpes contrarrevolucionarios para asentarse a nivel mundial, es la crisis que se le ha abierto a todos los aparatos reformistas que jugaron toda su suerte a intentar derrotar la actual ofensiva revolucionaria, exponiéndose abiertamente ante las masas, cuando éstas no han agotado toda su energía y afirmamos categóricamente que están lejos de haberse desarrollado los choques decisivos entre las clases, es decir, entre revolución y contrarrevolución a nivel mundial. Esta es la verdadera dinámica de la situación mundial.
El imperialismo desarma o hace retroceder las embestidas de las masas jugando a su agente reformista, y al hacerlo, tal cual limón exprimido lo desgasta y debilita. Y esto prepara no sólo el accionar de los agentes fascistas y bonapartistas del gran capital, sino también, cuestión que es decisiva, a abiertos procesos de rupturas con las direcciones traidoras y estallidos de sus aparatos, que a su vez preparan futuros procesos de radicalización, aún superiores a los que vivimos en el 2011, en el próximo devenir del duro choque entre las clases que está planteando. Y esto sucederá ya sea con nuevas ofensivas de las masas, o con heroicos combates a la defensiva como lo vemos hoy en las calles de Homs, de Damas y Deraa en Siria donde se combate por entre medio de los escombros. La clase obrera no se ha rendido.
45- Por ahora las direcciones traidoras respiran aliviadas. Pero este es sólo un momento, que ellos defienden a toda costa y con todas sus fuerzas. Ese es el silencio atroz que existe ante la masacre a la clase obrera y las masas insurreccionadas de Siria y que configura una de las más grandes traiciones al proletariado mundial en las últimas décadas. Ese silencio tiene nombre y explicación: es el reformismo que ha jugado toda su suerte al aplastamiento de la revolución. Estos agentes del capital saben que si la revolución avanza, sus días están contados. Por ello, como veremos más adelante, la situación mundial abierta en el 2007-2008 como período histórico, se juega en última instancia en una carrera de velocidad entre la existencia de las actuales direcciones traidoras de la clase obrera, que manipulan y desorganizan su lucha, y qué tanto podrá la vanguardia del proletariado mundial reagrupar sus fuerzas y poner a su frente una dirección revolucionaria que la lleve a la victoria.
46- Mientras tanto, ante cada ofensiva del movimiento de masas, el capitalismo queda encerrado y no encuentra solución a su crisis. En cambio, cuando se saca de encima las embestidas revolucionarias de explotados, el imperialismo empieza a arrojarle a éstos toda su crisis y su crac.
Los ciclos de ofensiva de masas arrinconan al sistema capitalista mundial y crean las condiciones para el avance de la revolución socialista, pero a cada paso, las direcciones traidoras imponen las condiciones de una contraofensiva imperialista contra la clase obrera y las masas.
No estamos definiendo la situación mundial desde el punto de vista de una época o un momento “de paz”. Las condiciones de la crisis mundial, que lejos de resolverse se profundizan, definirán este período histórico en choques decisivos entre revolución, y contrarrevolución y guerra, como los que ya han comenzado.
47- Estamos en un delicado momento de la situación internacional y de la lucha de clases. Definirlo con precisión es clave para orientarse correctamente en la coyuntura.
La situación actual reafirma todas las premisas del marxismo. Cuando hay crisis aguda del capitalismo, el imperialismo no cae solo y, lejos de ello, la burguesía agudiza todo su instinto al ver en riesgo su propiedad ante las embestidas revolucionarias de las masas. Para salir de su crisis, como ya dijimos. el gran capital no derrocha democracia ni gentileza contra los explotados en el planeta, sino putch y zarpazos contrarrevolucionarios, guerras de opresión, guerras fratricidas, como así también políticas de desvíos parlamentarios y trampas de colaboración de clases para crear las condiciones para nuevas masacres y derrotas de los explotados en las calles. Estas son las condiciones del campo de batalla.
La tragedia de la clase obrera es que crea las condiciones más revolucionarias que su espontaneidad puede dar, pero toda ofensiva revolucionaria corre el peligro de volverse su opuesto por la traición de las direcciones que las masas tienen a su frente.
CEI de la FLTI
|